La ausencia de medidas de precaución en la boca del entubamiento del Ludueña es un tema pendiente. Los especialistas explicaron que es imposible cerrar el ingreso con rejas, ya que la basura que acarrea el arroyo quedaría atrapada e impediría su función: que el caudal escurra al río. En las crecidas el agua trae ramas, árboles y animales muertos. Poco tiempo atrás encontraron hasta un auto sumergido en el cauce que quedó al descubierto cuando una fuerte correntada limpió el techo y lo dejó a la vista. Algunos funcionarios señalaron también que las escasas barandas y caños de protección con los que cuenta la obra desaparecen aserrados, ni bien se instalan, en pocos días, por lo cual el destino de una reja no sería distinto. Las alternativas quedan abiertas.
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