Sergio Faletto / La Capital
César Luis Menotti confirmó la primicia que oportunamente publicó Ovacion con respecto a la manera que Central concretó la incorporación de Martín Mandra, fundamentalmente en lo que hace a la cesión del 10% de los derechos económicos de Paulo Ferrari, Leonardo Talamonti y Luciano De Bruno para pagar el préstamo, sueldo y prima del delantero. Conclusión 1: la información brindada por este medio era correcta. Posteriormente el entrenador canalla se enoja porque la prensa ejerce el derecho de reservar la fuente, y elige el camino de la descalificación a periodistas y empresarios -a los que no nombra- para defender la participación de su hijo en las operaciones futbolísticas vinculadas a Central. Conclusión 2: la ética no se proclama, se ejerce. Después el DT auriazul confía su encono con los dirigentes de Central, los mismos que decidieron emplearlo mediante un contrato de 400 mil dólares en el país de la pesificación. Lo que no termina de precisar es si el verdadero motivo de su ira es por haber brindado los detalles de la operación que realizaron con su hijo, ya que los refuerzos que solicitó fueron finalmente incorporados. Conclusión 3: por suerte existe libertad de información. Luego César Luis Menotti sí dice la verdad cuando afirma que conoce muy bien todos los negocios del fútbol. Pero lo que el ex técnico del seleccionado argentino en el Mundial 78 no dice es con qué medio está enojado. Al menos su hijo sí lo manifestó cuando se excusó de hablar con Ovacion por haber publicado su intermediación entre Central y un empresario de Buenos Aires, información que no desmintió y que luego fue ratificada por los dirigentes. Conclusión 4: no es infamia la verdad, lo que no tiene es remedio. Pero para tranquilidad de Menotti, no existe de parte de este diario ningún interés en entorpecer su tarea, salvo que el afamado técnico considere que informar a los canallas -los verdaderos dueños de Central- sea un plan de desestabilización.
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