Año CXXXV
 Nº 49.535
Rosario,
miércoles  10 de
julio de 2002
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El DT defendió la intervención de su hijo en las negociaciones para contratar los refuerzos que solicitó
Menotti: "Mi problema es con la dirigencia de Central"
El entrenador canalla cuestionó a las autoridades auriazules y a los empresarios que invirtieron en el club

Mauricio Tallone / La Capital

La nochecita se muere templada en la geografía salteña. Cielo estrellado, brisa suave, mucho movimiento en una ciudad que transitó el fin de semana entre la calidez de su gentío. Nochecita linda para la charla, para dejar brotar esas confesiones que quedan atragantadas entre cronistas y protagonistas en el fragor de un diálogo de pretemporada. Precisamente en este contexto César Luis Menotti abre el juego de sus respuestas.
Como un chivo modelo 38, el Flaco arranca despacio pero termina a mil revoluciones por minutos. Y termina disparando frases hacia todas partes. Cuestiona a dirigentes, empresarios y periodistas. Pero no da nombres. Defiende a su hijo y amenaza con irse si le venden a Figueroa o al Cata Díaz. Y sorprende al defenderse de los "ataques" que involucran a su apellido de meterle la mano a Central con los préstamos de Martín Mandra y Cristian Pino. Se nota que lo que él considera una acusación mediática lo saca de caja. Hasta su ego parece incomodarse. Aparece ese desbocado polemista que acusa a supuestos enemigos, y vocifera: "Si Central fuera Boca o River ya me hubiera ido a la mierda".
-¿Se te pasó la calentura del jueves y el viernes pasado cuando estuviste a punto de renunciar?
-Yo nunca quise renunciar. Pero lo que quiero aclarar primero es que no soporto más las infamias por parte de la prensa. Cuando veo tanta falta de información y la cantidad de mentiras que se escriben, empiezo a sospechar de que mi presencia en Central se metió en algunos lugares que a algunos les molesta. No sé de dónde salió esa infamia de que yo y mi hijo venimos a hacer negocios en Central. Un sector del periodismo puso de manera irrespetuosa el apellido Menotti a juicio de hablar de ética cuando en realidad son ellos los que no la tienen. Por eso están obligados a escribir pelotudeces. La realidad no es cómo se escribió, la verdad es que Central no puede comprar nada.
-¿Por qué no viniste el viernes a dar la cara y contar esto?
-Yo quería que viajaran los dirigentes a Buenos Aires porque quería enfrentarme ante mis jugadores con todo resuelto. Como habíamos quedado cuando arreglé mi llegada. Quiero que se resuelva de una buena vez por todas. Yo necesito refuerzos y no estoy pidiendo a D' Alessandro, quiero a dos jugadores como Mandra y Pino que dentro del presupuesto de Central son accesibles. Además a Central no le sale un peso traerlos. Pero esta situación me cansó, que la llegada de Mandra y Pino ahora la manejen los dirigentes.
-¿Querés limpiar tu apellido?
-No, si es un negocio que a algunos no les cierra, que lo hagan esos empresarios que han ganado fortunas a costa de Central. La realidad es que los dirigentes tuvieron el negocio de Mandra y Pino en sus manos y no lo hicieron. Esta operación, comparada con los disparates que se llevaron a cabo históricamente en el club, es muy favorable. Yo no hablo de falta de honestidad de nadie, es un negocio que Central maneja el noventa por ciento de la operación. Entonces me jode que se mienta, que se diga trascendió que un dirigente dijo tal cosa. Lo primero que hay que decir es quién fue ese dirigente.
-¿Estás seguro de que ese trascendido salió de la dirigencia?
-No, yo no sé quién pudo haber dicho semejante infamia. Lo que me molestó es que escriban sin dar la cara. No saben que mis hijos están desesperados para que a Central le vaya bien, el pibe mío hasta se fue en auto a Córdoba cuando se enteró de que Pino no quería venir porque habían dicho que yo había renunciado. Hizo 700 kilómetros para convencerlo. Puso plata de su bolsillo y dicen esta estupidez. Además como algunos periodistas nunca fueron tan críticos en otras situaciones más graves que pasaron en Central, no me queda otra que pensar que responden a alguien.
-¿Estás enojado con algunos dirigentes de Central?
-Yo estoy enojado con todos. Mi problema es con la dirigencia. Desde Corea les dije que quería llegar del Mundial y tener a disposición a los jugadores que pedí. Los que pedí son Mandra y Pino. Por eso me enojé, los dirigentes no son capaces de encontrar empresarios para que ayuden en esta oportunidad. Lo único que hizo mi hijo fue llevarles un inversor para que hicieran la operación. Les dijo cuánto cuesta Mandra y la respuesta de la dirigencia era siempre la misma: no se puede, no se puede. Vamos a parar la mano con las pelotudeces, porque el que pone la caripela ante la gente soy yo.
-Decís que tu hijo les llevó la operación a los dirigentes y éstos no supieron concretarla, pero algunos dirigentes directamente le echaron la culpa a tu hijo porque puso como condición para concretarlas quedarse con el 10 por ciento de los pases de De Bruno, Ferrari y Talamonti.
-Yo no tengo problema que mi hijo se meta en la operación. Lo único que quiero es que estos jugadores vengan y punto. Pero si no se mete mi hijo, Mandra y Pino no vienen. Yo no tengo porqué hablar con el jugador y su padre para convencerlos de que vengan a Central. Esa no es mi tarea. A mí me contrataron para dirigir y punto. Porqué no dicen que no tenemos ni treinta pelotas para empezar un entrenamiento. Vine a Central para entrenar a un equipo de fútbol, hice un diagnóstico y les dije a los dirigentes que quería a estos jugadores.
-Lo llamativo es que Mandra y Pino son manejados por tu hijo.
-Mentira, porque Mandra es de Aloisio. Cómo pueden decir eso. Pino está desesperado por venir, yo mismo hablé por teléfono con él apenas llegué de viaje. Aparte de qué estamos hablando. Supongamos que sea así, cuál es la dificultad que los represente mi hijo. Si Central no pone un mango. Además si tienen algún otro inversor como el Pinza Vidal o Gustavo Mascardi para traer estos jugadores que lo hagan. Lo que pasa es que los dirigentes no lo pudieron conseguir, entonces le pidieron al pibe mío si podía arrimar a un grupo inversor para que se hiciera cargo de la operación. Le presentó a uno y le dijo como había que hacer la operación. Después cuando empezó este quilombo le dijo que la hicieran ellos y que no le rompieran más los huevos. Yo se lo dije en la cara a Sauan y a todos los dirigentes. Busquen a esos mismos empresarios que hace tiempo vienen viviendo de Central. Pero que me traigan a los jugadores que pedí. Mi hijo convenció a este inversor que no se dedica al fútbol para que entrara en este negocio pidiendo el 10 por ciento de jugadores que hace un mes no los conocía nadie. Porque hace un mes con la mitad de la plata que ponen ahora compraban el 50 por ciento de De Bruno. Este empresario no se queda con el 50 por ciento del Cata Díaz o Figueroa, que son jugadores que ya pueden hacer su negocio. Supongamos que el negocio sea bueno, porque no lo hace Central o los amigos de ese dirigente que dijo que nosotros veníamos a hacer negocios en el club.
-¿Qué dirigente?
-Está claro. Lo que pasa es que Mandra, con 26 años, no es un buen negocio. Es mucho más lindo comprar a Figueroa que tiene 20. Ahí sí aparecen. No saben ni quién es Cristián Pino, entonces cómo van a poner 250 lucas por él. Entonces prefieren comprar al pibe de la quinta o de la séptima. Ahí nadie dice nada, pero cuando aparece algo que para ellos es un mal negocio dejan que lo resuelva Menotti. Porque si hubiera sido un buen negocio, dalo por hecho que ningún dirigente hubiera ido a hablar con César Mario. Por eso a todos estos que hablan al pedo les ofrezco ahora mismo el negocio. El tesorero Jorge Sauan debe tener amigos que pueden hacerlo, el escribano Víctor Vesco lo mismo, que lo hagan. Está claro que no debe ser muy buen negocio porque no quisieron agarrarlo, se lo tiraron todo a mi hijo, entonces él agarró viaje porque le interesa que este proceso llegue a buen término. Por todo esto que te digo es que me gustaría tener adelante mío a todos esos muchachos periodistas para decirles tomá, ahora andá y decile a tu jefe que haga el negocio él.



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