Ocurre cada tanto que un tour de compras se convierte en el blanco elegido por asaltantes para obtener jugosos ingresos. El saber que los viajeros llevan entre sus pertenencias dinero en efectivo y tarjetas de crédito es un dato por demás de importante que tienta a cualquier banda. Por ello, hechos como el que sucedió la madrugada de ayer a bordo del micro de la empresa Mares del Sur se han repetido con desigual suerte en Rosario y su zona. La noche del 24 de abril de 2000, 45 personas iniciaron un viaje de compras hacia Brasil en un colectivo de la empresa Santa María. A poco de partir de la terminal, pararon en 27 de Febrero y Francia para que ascendieran más pasajeros. Dos hombres que estaban en un bar y un tercero que bajó de una pickup estacionada allí subieron al micro despertando la sospecha de un vecino. El hombre dio el alerta al Comando Radioeléctrico y antes de que el micro reiniciara su viaje una patrulla llegó al lugar. Cuando los agentes subieron al colectivo uno de los delincuentes tiró su arma al piso, lo que fue visto por otro pasajero que lo señaló a los policías. Entonces, los tres frustrados asaltantes fueron apresados y a dos de ellos les incautaron sendas pistolas 9 milímetros con sus cargadores llenos. Otro hecho ocurrió el 7 de octubre de 1998. Entonces, los 44 ocupantes de un micro que había salido de la localidad cordobesa de Villa María con destino a la Capital Federal fueron víctimas del despojo de una banda de asaltantes que lo interceptó a la altura de Alvear, entre la ruta A-012 y la autopista Rosario-Buenos Aires. En esa ocasión, uno de los delincuentes viajaba a bordo del colectivo con un nombre falso y tres cómplices lo hacían en un auto que se cruzó en el camino del micro. El asalto, que incluyó tres disparos dentro del colectivo para intimidar a los pasajeros y el encierro de los choferes en la bodega, les deparó a los delincuentes un botín de 48 mil pesos en efectivo además de alhajas, cheques y tarjetas de crédito.
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