Entre los pasajeros del micro asaltado, se contaba un hombre que viajaba al velatorio de su esposa y necesitaba llegar hasta Azul. Tras regresar a Rosario ocho horas después de su partida, su angustia se volvió desesperante. Se convirtió en el primer reclamo de sus compañeros de viaje y el resultado de la solidaridad: pidieron a la empresa Mares del Sur que le asegurara el traslado y reemprendió su accidentado viaje en remís.
| |