Tres falsos pasajeros de un tour de compras se alzaron con una suma que oscila entre 15 y 20 mil pesos, dinero en el que los viajeros tenían puestas sus esperanzas de trabajo o ahorro. El micro, de la empresa Mares del Sur, partió la madrugada de ayer de la Terminal de Omnibus de Rosario con rumbo a Buenos Aires y antes de llegar a Ramallo los ladrones dieron el golpe. Luego dejaron cerrado el micro y se fueron en un auto blanco que los esperaba estacionado sobre la autopista Aramburu. Al llegar ayer a Rosario los pasajeros, que estuvieron bajo llave adentro del ómnibus varias horas, reclamaron seguridad y protección. El dueño de la empresa, Hugo Ranieri, se comprometió para gestionar ante la compañía aseguradora de la firma el cobro de una prima para compensar a los pasajeros asaltados. El transportista confesó que es el primer robo en 10 años de trabajo, por lo cual admitió desconocer los pasos a seguir, así como las posibilidades efectivas de restituir algún monto a los pasajeros; pero señaló que hay un antecedente en la Justicia cordobesa. Los viajeros reclamaron más controles a las empresas que organizan los tours después de la experiencia en la que remarcaron la inseguridad y desprotección. Por su parte, Ranieri señaló que la empresa pide los nombres y números de documento de los pasajeros, aunque no exige la presentación de los documentos "del mismo modo que no lo hacen las empresas comunes". El colectivo asaltado partió a la 1.20 de la madrugada de ayer de la terminal con 50 pasajeros que iban a Buenos Aires a hacer compras. El chofer debió esperar a tres viajeros de apenas más de 20 años que subieron a último momento. Eran los ladrones. El aspecto de los tres jóvenes llamó la atención de los pasajeros al punto que uno de ellos se mantuvo inquieto todo el trayecto. El desconfiado era Oscar, de 31 años, el único que se mantenía despierto cuando las luces del colectivo se prendieron a mitad de camino entre San Nicolás y Ramallo. Los ladrones hicieron detener al chofer a punta de revólver, se dirigieron a distintos sectores del micro y exigieron el dinero de los pasajeros, que aún estaban a medio camino entre el sueño y la pesadilla. "Amenazaron con revisarnos uno por uno y matarnos si no le habíamos dado todo", contó Susana, de 42 años. La mujer viaja una vez por semana desde hace 16 años para aprovisionar el local donde vende ropa y ayer fue la primera vez que vivió un robo. Los que se encontraban en la parte trasera del ómnibus pasaron los momentos más difíciles. "El ladrón que estaba en el fondo era el más sacado. Nos hizo arrodillar en el piso y ponernos sobre los asientos y nos amenazaba permanentemente", contó una de las mujeres del fracasado tour. Ante el pánico de los viajeros, los ladrones manipulaban sus armas, movían el cargador, el percutor y daban órdenes precisas para que nadie los mirara de frente ni se moviera. Cuando juntaron el dinero, que los mismos pasajeros estimaron en 15 mil pesos a un promedio de 300 como mínimo por persona, los maleantes cerraron el micro con llave y lo dejaron abandonado en medio de la ruta. Antes de bajar rompieron el equipo de radio para evitar que dieran la alerta por el robo. Se fueron del lugar en un auto blanco, del cual nadie pudo identificar la marca, que los esperaba cerca. El colectivo, con los viajeros encerrados, quedó parado en medio de la ruta. Pero por poco tiempo. Minutos después, un ómnibus se detuvo y les brindó apoyo, aunque debieron esperar que el dueño de la empresa llegara desde Rosario con la llave para liberarlos. Uno de los pasajeros detalló que los ladrones realizaron dos llamados telefónicos, el primero a la salida de Rosario y el otro pocos minutos después. El tercer llamado lo recibieron en su celular poco antes de concretar el asalto.
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