"David no jugó para nada bien. Tuvo un primer set muy apagado, estaba muy tenso y nervioso, más allá de que el sábado a la noche durmió fantástico", dijo Gabriel Markus como un primer análisis de la final. El entrenador de Nalbandian admitió que "no se pudo hacer casi nunca lo planeado. Hewitt no le dio chances. No mostró fisuras y si jugás mal contra Lleyton no tenés posibilidades de ganar", dijo. Nalbandian viajó anoche a Gstaad, Suiza, donde comenzará una minigira de dos torneos en polvo de ladrillo y luego regresará a la Argentina para preparar los campeonatos en canchas de cemento. "David apenas tuvo ráfagas de buen tenis, después de la primera suspensión por lluvia, pero no fue suficiente. Igualmente el balance es altamente positivo. Nalbandian y yo deberemos saber capitalizar este Wimbledon para invertirlo en el futuro", señaló Markus. "Si bien no fue un buen partido, las sensaciones fueron muy lindas", señaló en el final Markus, a la hora de hablar de un momento histórico para Nalbandian, para él y para el tenis argentino. (DyN)
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