Con un pedido de un mayor involucramiento de la política en la lucha contra el sida y de más fondos para combatir esta enfermedad comenzó ayer en Barcelona, España, la XIV Conferencia Internacional sobre el Sida.
"Declaro inaugurada la XIV Conferencia Internacional del Sida", dijo la infanta Elena de Borbón, primogénita de los reyes de España, y de esta manera Barcelona se convirtió en la capital del combate contra el sida, cargo que ocupará hasta el próximo jueves, cuando se clausure la conferencia.
"Estoy convencida de que la conferencia de Barcelona será un nuevo hito en la lucha contra el sida si trabajamos todos juntos en la dirección correcta", agregó. El discurso de la infanta puso punto final a la ceremonia de inauguración de la conferencia, que contó con muchos discursos y pocos sobresaltos. El Palacio de Deportes de Sant Jordi, en la capital catalana, registró un lleno prácticamente total, unas 16.000 personas.
Un público multicolor, en el que se mezclaron políticos y representantes de ONGs, y portadores del virus del sida con científicos que luchan para combatirlo, escuchó a las autoridades que pronunciaron sus discursos de bienvenida. El lema de la Conferencia con sus palabras clave, conocimiento, compromiso y acción, estuvo presente en todos los discursos.
"Los tratamientos deben llegar cuanto antes a la mayor cantidad de países, de gentes", dijo un delegado español, expresando lo que a tenor de los aplausos que recibían los discursos está en mente de la mayor parte de los asistentes a la conferencia.
Los que se llevaron los aplausos
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, el presidente de la diputación de la ciudad, Manuel Royes, dieron la bienvenida a los asistentes, así como el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol. Sin embargo, los discursos que recibieron los aplausos más calurosos fueron los de José María Mendiluce, diputado del Parlamento Europeo, y Peter Piot, director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Sida (Onusida).
Peter Piot, tras leer un mensaje de apoyo del secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró que con 10.000 millones de dólares anuales, se podría dar una respuesta mínimamente creíble a la epidemia. Disponemos tan sólo de un tercio de esta cantidad", dijo, y acabó su discurso anunciando que no había acudido a Barcelona para renegociar promesas, sino para intentar cumplirlas.
Mendiluce pronunció un discurso combativo que recibió igualmente el aplauso generoso de la audiencia. "La política debe responder al reto del sida", abogó, y agregó que "la lucha contra el sida es una lucha por los derechos humanos".
Mendiluce dedicó las primeras palabras de su discurso a los delegados que no pudieron acudir a Barcelona por problemas a la hora de obtener un visado para ingresar en la Unión Europea.
Los problemas con los visados fue la razón por la que la ministra de Sanidad del gobierno español, Celia Villalobos, recibió una rechifla de protesta y abucheos cuando subió al escenario para pronunciar su discurso de rigor. El abucheo fue continuo durante todo el discurso de la ministra, quien sin embargo leyó sus palabras tal como estaba previsto.
Por su parte, Stefano Vella, de la Sociedad Internacional del Sida, recibió calurosos aplausos cuando pidió mayores ayudas para las ONGs que luchan contra el sida.
Durante los próximos cuatro días, Barcelona estará inundada por miles de delegados que asisten a la conferencia. Unas 17.000 personas, que con sus acompañantes pueden llegar a sumar 30.000, harán que la ciudad mediterránea sea durante estos días la capital de la lucha contra el sida.
En palabras de Mendiluce: "El mundo espera resultados positivos de esta conferencia. No hay tiempo que perder y no bastan las palabras", dijo después de recordar que "la lucha contra el sida es, también, la lucha por otro modelo en las relaciones internacionales, por otro mundo posible". (DPA)