Entusiasmados seguidores de la selección surcoreana de fútbol acudieron ayer a aclamar a sus ídolos en un colorido desfile, tras su buena actuación en el primer Mundial asiático del que Corea del Sur fue coanfitriona con Japón. La calle principal de la capital surcoreana, que los aficionados llenaron de camisetas rojas de la selección durante diversas etapas del campeonato, volvió a ser objeto de atención ante el acto de presentación de medallas por parte del presidente Kim Dae-Jung a los protagonistas principales. La policía estimó que unos 50.000 aficionados se congregaron ante la puerta Kwanghwamoon para aplaudir a la cabalgata que llevaba a los 23 jugadores y a su director técnico. "Han dado ustedes una impresión muy grande en el mundo", declaró Hiddink a sus seguidores. "La forma en que nos apoyaron, su conducta dentro y fuera de los estadios ha sido inolvidable, tremenda", dijo alzando su puño, algo que hacía al lograr cada gol, ante el entusiasmo de la multitud. El presidente Kim prendió personalmente la Orden del Mérito al Deporte en la solapa de Hiddink y repartió las medallas a sus compañeros técnicos y al equipo. Kim, asimismo, entregó a Hiddink un certificado de ciudadanía honoraria por su contribución al fútbol surcoreano. "Siempre os recordaremos", se leía en una pancarta enorme. El presidente surcoreano dijo que la Copa del Mundo había sido "como un sueño", en un discurso tras su regreso de Japón donde presenció el domingo en Yokohama la final del Mundial entre Brasil y Alemania, junto al emperador japonés Akihito. Bajo la dirección de Hiddink, Corea del Sur ofreció un fútbol rápido, físico, que cautivó la nación y llevó al equipo a alcanzar las semifinales, que perdieron ante Alemania, y disputar el tercer puesto, que igualmente perdieron, ante Turquía. Sin embargo, en su camino habían caído equipos nacionales tan potentes como Polonia, Portugal, Italia y España. Su llegada a las semifinales y su cuarto puesto es el más alto de lo logrado por cualquier otra selección asiática en los 72 años de torneo. La Copa del Mundo 2002 terminó el domingo en Yokohama con victoria por 2-0 de Brasil y el lunes fue día festivo en Corea del Sur. (Reuters)
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