El juez federal Norberto Oyarbide fue designado para investigar la posible conspiración que amenazaría con el derrocamiento de las instituciones de la República Argentina y fue denunciada el jueves último por el gobierno de Eduardo Duhalde.
La denuncia, presentada a través del ministro de Justicia Jorge Vanossi tras el doble homicidio de piqueteros perpetrado el pasado miércoles en Avellaneda, recayó ayer por sorteo en el juzgado de Oyarbide, quien ya dio intervención al fiscal Carlos Stornelli para que requiera medidas.
Oyarbide deberá establecer si la violencia que se cobró las vidas de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán fue producto de un acto de sedición contra la administración Duhalde.
La información fue suministrada por fuentes judiciales que precisaron que los hechos denunciados por el gobierno ante la Procuración General de la Nación fueron reportados ayer a la Cámara Federal porteña por el fiscal Norberto Quantín.
Oyarbide también investiga el presunto complot al que el radical Fernando de la Rúa atribuyó su renuncia a la Presidencia de la Nación.
Ahora el juez deberá averiguar si, como escribió el ministro Vanossi, la escalada de violencia que ya provocó la muerte de dos piqueteros "amenaza con el derrocamiento de los poderes constituidos" y "puede poner en peligro más vidas" y "la totalidad de las instituciones de la República".
Vanossi promovió, en representación del gobierno, una investigación penal por los crímenes en Avellaneda, por los que fueron detenidos el comisario inspector Alfredo Franchiotti y otros tres policías bonaerenses.
Mientras, ayer, uno de los testigos del homicidio de Santillán aseguró que vio cuando Franchiotti disparó contra el joven en la estación de trenes de la ciudad bonaerense.
Isidro Benítez -amigo de Santillán- fue presentado por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) durante una conferencia de prensa que se hizo en la sede porteña de esa agrupación.
Actitud vengativa
"Franchiotti disparó con cara de vengativo contra Darío y lo vi. Escuché dos disparos, en el primero me agaché y me cubrí con el teléfono (la cabina) de la estación (Avellaneda) y en el segundo vi cómo le dispara a Darío", aseguró Benítez, miembro del Movimiento de Trabajadores Desocupados nucleado en la Coordinadora Aníbal Verón.
El joven fue testigo de lo que ocurrió minutos antes de la muerte de Santillán, cuando asistía a Kosteki, el otro piquetero que resultó muerto en el mismo lugar.
Benítez relató que "corrí por Pavón e ingresé a la estación donde había varias compañeras a las que les dije que rajen. Me agacho y veo que Maximiliano (Kosteki) escupía sangre y que Darío trataba de ayudarlo junto a otro compañero que le hacía respiración boca a boca".
"Cuando esa persona -vestida con un pantalón marrón- sale a pedir ayuda para Kosteki entra la policía, y veo a uno de gorra, que era Franchiotti porque lo reconocí a través de las fotos y filmaciones de los medios", añadió.
Agregó que "el chico de pantalón marrón se lo encuentra de frente al comisario y sale corriendo, Darío intenta levantarse, comienza a correr, Franchiotti dispara y ahí cae. En ese momento yo salí corriendo cubriéndome de los gases".
A su turno, el abogado Leonel Curutchague, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, denunció amenazas contra personal del Hospital Fiorito para que no preste testimonio sobre la represión policial que se vivió dentro de ese edificio el mismo miércoles.
"Los médicos del Fiorito están siendo amedrentados por las autoridades del mismo hospital y del área de Salud provincial para que no declaren y se desdigan de la situación que plantearon ante la prensa sobre lo que sucedió dentro de ese edificio cuando entró la policía, que reprimió e hirió gente allí mismo", sostuvo.
Un planteo similar hizo el fotógrafo free lance Sergio Kowalewsky, que denunció que lo amenazaron de muerte tras declarar el sábado último ante la Fiscalía Nº11 de Lomas de Zamora.
Kowalewsky le facilitó al diario Página 12 la secuencia de fotos publicadas 24 horas antes en las que se ve a Kosteki tendido en el suelo -muerto- y a Santillán asistiéndolo y luego muerto.
También un miembro de la agrupación Hijos, Julio Talabera -quien resultó herido durante los episodios del 19 y 20 de diciembre- aseguró que fue amenazado hace dos días con un arma reglamentaria.