El secretario general de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa), el suizo Michael Zen Ruffinen, reconoció que en esta Copa del Mundo "ante situaciones de duda, Corea fue beneficiado por los arbitrajes". Ruffinen, quien mantiene una controversia con el presidente de la Fifa, Joseph Blatter, e inclusive fue el impulsor de una denuncia por presuntas irregularidades financieras en el seno del organismo, dijo que "Italia fue perjudicada dos veces, pero ya no se puede hacer nada".
Respecto del arbitraje del egipcio Gamail Gandhour, que dirigió en el partido entre Corea del Sur y España por los cuartos de final, y en el cual los europeos quedaron eliminados por la serie de penales, el dirigente de Fifa admitió que "siempre hubo problemas en los mundiales".
Zen Ruffinen, sobre la jugada en que en tiempo suplementario Joaquín Sánchez, del Betis, envió por derecha un centro que terminó en gol de Fernando Morientes, del Real Madrid, y que el árbitro anuló por considerar que la pelota, en la jugada previa de Joaquín, había salido por la línea de fondo, algo que la televisión demostró que no existió, afirmó "estuve en el partido. Los dirigentes españoles me dijeron que la pelota no había salido, pero bueno, son cosas de la vida", declaró el secretario de Fifa reconociendo el error del árbitro egipcio.
El dirigente admitió que "es ilógico" el actual reparto de las designaciones de los árbitros para el Mundial y que "hay que determinarlos por su calidad, más allá del país del que provengan y que actúe el mejor". Sin embargo, Zen Ruffinen negó que el Mundial se digite desde los despachos. "Eso es totalmente ridículo.
Blatter se despega
En tanto, Joseph Blatter, tomó distancia de los malos arbitrajes al decirle al diario francés Le Monde que "hay que romper esa sociedad cerrada que es la comisión que los nuclea (de la misma Fifa) y que ya no puede funcionar como en el pasado".
La Comisión de Arbitros de la Fifa está presidida por el turco Senes Erzik, a quien acompaña como vicepresidente el brasileño Ricardo Terra Teixeira y está integrada, entre otros, por el mexicano Edgardo Codesal Méndez, quien dirigió la final del Mundial de Italia 90 entre Argentina y Alemania (1-0). En esa oportunidad Codesal marcó un controvertido penal cometido por el ex defensor rojinegro Roberto Néstor Sensini que significó el triunfo de los germanos.
En sus declaraciones, Blatter tomó distancia de la comisión y dijo que está "integrada por ex árbitros que se designan, se juzgan y arreglan sus asuntos entre ellos. Nuestro objetivo es no dejar en lo sucesivo que sus responsables actúen como enviados muy especiales que no tienen que rendir cuentas a nadie".
Con relación a la designación de los árbitros, el presidente de la FIFA indicó que en el Mundial cada uno de ellos recibió 21.000 dólares y 16.000 en el caso de los asistentes, además de un viático diario de 180, mientras que el alojamiento y la comida corre a cargo de la casa madre del fútbol mundial. (Télam)