Si hay algo que caracteriza estos días de pretemporada en Palos Verdes es la buena predisposición del plantel canalla para cumplir con risas los ejercicios ordenados por el profesor Fernando Signorini. Se nota que el frecuente contacto con la pelota y la atención paternal que les dispensa el profe hacen amena la rigurosidad y se divierten a pesar de la exigencia. "En las pretemporadas no hay demasiados misterios. Los trabajos que estamos haciendo tienen como finalidad preparar al jugador para jugar al fútbol. El mayor esfuerzo tiene que ver precisamente con eso y además la idea es que ellos crezcan paulatinamente para no llevarlos a una zona de riesgo donde corran el peligro de lesionarse", explicó Signorini esta nueva manera de trabajar en épocas de acondicionamiento físico. Si bien es cierto que cada preparador físico tiene su librito, el profe mostró el suyo apoyándose en el valor lúdico del fútbol. "Esto es un juego y el juego es diversión. El que no lo entienda de esa manera lo lamento mucho. Si bien existen diferentes teorías, en definitiva el juego es uno sólo y la manera de entenderlo debería ser una sola. Por eso digo que hay que ponerse de acuerdo y ver qué queremos, jugadores que le peguen para arriba o jugadores que dominen la técnica y hagan que el espectador se sienta distendido. Esa es la cuestión", sostuvo. Y agregó: "Hoy los jugadores argentinos se desplazan como si fueran europeos y algunos quieren que el futbolista corra distancias largas, suban o bajen montañas y se olviden de la pelota. Eso pasa porque ponen en práctica entrenamientos que fueron programados y pensados para otros deportes y así nos está yendo". Por último, Signorini eligió un ejemplo para explicar por qué obliga a sus jugadores a que miren los partidos del Mundial. "Me interesa mucho que miren y se enriquezcan con los mejores. Por ejemplo el otro día, en el partido de Brasil ante Inglaterra, un jugador se enriquece mucho más mirando el movimiento que hizo Rivaldo cuando convirtió el gol del empate que si se la pasa corriendo 40 minutos sin sentido".
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