Mauricio Tallone / La Capital
Paulo Ferrari elige mostrar las credenciales de su madurez recordando un accidente que podría haber terminado en tragedia. El domingo pasado, justo en el día del Padre, sus abuelos Nélida y Alberto fueron atropellados en el Parque Alem por esos homicidas en potencia que juegan a las picadas. Si bien la situación no da cuenta del momento deportivo que atraviesa el Loncho, la complejidad de ese imponderable le fortaleció el ánimo para saber sortear el obstáculo sin la tortura de la desesperación. "Por suerte fue un susto y nada más. Ahora los abuelos están bien, pero el momento que vivimos con mi familia fue terrible. Estuvieron la semana pasada internados en el Pami y la pasamos bastante mal. Igualmente lo que más me indigna y lo que todavía no puedo entender es cómo esos hijos de puta andan por la calle jugando con la vida de la gente. Para colmo los agarraron, los detuvieron y enseguida los largaron", sostiene el defensor canalla cuando repasa la realidad que le tocó vivir y todavía desborda de indignación. -A pesar del susto, ¿se nota que afrontaste este momento complicado con mucha madurez? -Sí, porque los abuelos están bien. Pero me asusté. Además un rato antes del accidente yo había estado caminando con mi novia por el Parque y no vi nada. -Cosas del destino que le dicen. -Sí, pero por suerte ya está. -Te meto en la pretemporada que están haciendo, ¿es de imaginar que la encarás con otra predisposición? -Puede ser. Pero te digo la verdad, lo que más me sorprendió es la nueva forma de trabajar. Estamos en contacto continuamente con la pelota. -¿Sos de los que no se encuentran cuando no están en contacto con la pelota? -Sí, yo quiero estar siempre jugando. Creo que a cualquier jugador le gusta estar en contacto con la pelota. -¿Te sorprendió que el profesor Fernando Signorini tenga un trato tan paternal con ustedes? -Mirá, yo tuve la suerte de que todos los profes fueran así, muy compañeros. Pero debo reconocer que el profe nos cuida, está siempre encima de nosotros. -¿Ya empiezan a sentir esa presión de tener que hacer un gran torneo para zafar del descenso? -Yo no la llamaría presión, aunque no podemos negar que es una realidad y la tenemos que afrontar. -¿Creés que en este campeonato se verá a otro Central? -Espero que sí, por lo menos esa es la idea. Creo que tenemos equipo para pelear los primeros puestos y ojalá que en este campeonato lo podamos demostrar. -¿Te sentís capacitado para absorber la necesidad de ganar y ganar para zafar del descenso? -Nosotros sabemos que tenemos que salir a ganar siempre, a pesar de tener que pelear el descenso. En el Gigante los puntos se tienen que quedar en Rosario. -¿Creés que este equipo necesita refuerzos? -Creo que no sólo Central necesita refuerzos sino la mayoría de los equipos del fútbol argentino. Si son para sumar, bienvenidos sean.
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