Silvia Carafa / La Capital
El ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, aseguró que el decreto firmado por el gobernador Carlos Reutemann permite algún grado de esperanza en el horizonte para el conflicto que dividió aguas en la ciudad de Capitán Bermúdez. Para superar definitivamente el problema, los protagonistas de uno y otro signo deberían demostrar madurez y bajar la rispidez que en los últimos tiempos llegó a rozar los niveles de la violencia. "Pensamos que el conflicto se resuelve con esta medida, veremos qué actitud toma la Legislatura", pronosticó el ministro sobre una eventual intervención en el período eleccionario. Además, fundamentó la decisión del gobernador en el apego a transitar por los caminos institucionales y apostar al ordenamiento apegado a las normas jurídicas. A la hora de buscar el origen de la ruptura política que desde hace dos años viene modificando la vida institucional de Capitán Bermúdez, Borgonovo fue explícito: "Hubo errores de ambos lados", aseveró. Además, dijo que en este conflicto no se puede atribuir la culpa a un solo sector. "Una sociedad no se divide tan profundamente y un conflicto no permanece de un modo tan persistente durante tanto tiempo en una comunidad pequeña sin que hayan existido errores y desencuentros, de los que son responsables todos los protagonistas", remató. Apenas conocido el decreto hubo opiniones que consideraron al llamado a elecciones como un triunfo de quienes ejercieron la presión y la violencia. "No, en absoluto", dijo Borgonovo para quitar entidad a la especie. "Ocurre todo lo contrario, hay una ratificación de lo que la ley establece para los casos de renuncia anticipada", precisó. Dijo que la voluntad de remediar la situación por el camino institucional también está presente en la Legislatura, ya que aún en el caso de una intervención está previsto el llamado a elecciones. Para Borgonovo, a la hora de decidir entre la intervención y el llamado a elecciones el interés por dejar que la gente se defina democráticamente desniveló la balanza a favor de la opción que se conoció ayer, que dispone el llamado a elecciones en el plazo mínimo que contempla la ley y la asunción del intendente electo para el próximo 30 de septiembre. Consultado por La Capital sobre si la intervención representa un costo político demasiado elevado para un gobierno provincial, Borgonovo consideró que es una situación difícil de evaluar. "Llego muy tarde a este conflicto por el corto tiempo que llevo como ministro, pero he escuchado todas las versiones. Para algunos el verdadero costo político estaba en no intervenir, para otros en lo contrario", explicó al tiempo que ratificó que no se priorizó la especulación política sino el fortalecimiento de la instituciones. Según Borgonovo, es saludable que las estadísticas de intervención no se engrosen porque es una medida de excepción. "La regla es que cada pueblo, soberanamente, elija a quien lo gobierne, la intervención siempre queda como último recurso, cuando no hay más remedio", afirmó. El ministro de Gobierno santafesino calificó como la mejor de las opciones a la tomada por Reutemann al respaldar el camino institucional y dejar que la gente se exprese libremente. Hasta la asunción del intendente interino Fabián Varela continuaría al frente del municipio bermudense. El mandato que resulte el próximo 15 de septiembre será para completar el abandonado por Gerardo Carlucci.
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