"Los subsidios agrícolas de casi mil millones de dólares diarios que otorgan los países industrializados distorsionan el comercio internacional y traban el crecimiento económico de los países más pobres", señaló esta semana el presidente del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn, quien llamó a las naciones desarrolladas a "poner fin a la hipocresía" comercial. Wolfensohn instó a los países más desarrollados del Grupo de los 8 (G-8) que se reunirán el 26 y 27 de este mes en Canadá a "poner fin a la hipocresía en materia comercial", aplicando subsidios que distorsionan los precios y las transacciones. "Estos subsidios paralizan las posibilidades de exportar para salir de la pobreza", destacó.
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