Faltazo generalizado. A pesar de los intentos del Ministerio de Educación provincial para que los alumnos vieran el partido en las aulas, en la mayoría de los colegios hubo ausencias masivas. Encima, los chicos aprovecharon el buen clima y se fueron a festejar con banderas, gorros y las caras pintadas al Monumento: parecía el Día de la Chupina, pero en celeste y blanco.
El delegado local del Ministerio de Educación, Andrés Rattaro, no se sorprendió con la inasistencia masiva. Confesó no haber relevado la cantidad de estudiantes que concurrió ayer a clases, pero sostuvo que "era previsible que faltaran ya que se trató de un partido importante".
De todos modos, recordó la sugerencia que esta semana hizo el ministro del área, Alejandro Rébola: "Enciendan los televisores y dejen ver el partido a los chicos", les dijo a las escuelas. La invitación fue aceptada inmediatamente por algunos docentes y padres, y criticada por otros tantos que consideraron que las aulas no son el lugar apropiado para el fútbol.
La iniciativa oficial tuvo su razón de ser. Rébola quería evitar que los alumnos salieran por las calles o siguieran las alternativas del encuentro desde algún bar.
"Vi muchos jóvenes recorriendo la ciudad", afirmó el propio Rattaro, al confirmar que la intención de las autoridades no se cumplió mayoritariamente.
Donde también se notó poca concurrencia fue en la mismísima sede del Ministerio de Educación en Rosario. "Hubo un 50 por ciento de ausencias, ya que el personal se tomó algunas horas de compensatorios que tiene todos los años". El delegado admitió sin embargo que los empleados jerárquicos estuvieron presentes. "Me ocupé de que no faltara la gente indispensable", dijo.
La Capital constató en una recorrida que en los colegios La Salle (Alem 1142), la Bialik (Paraguay 1122), el Liceo Avellaneda (Córdoba 625), el Normal I (Corrientes 1191), la Mariano Moreno (Paraguay 1251) y en el Nacional I (9 de Julio 80) hubo prácticamente un ciento por ciento de ausentismo. En esos establecimientos, los directivos aclararon que la última palabra en materia de ausentismo la tuvieron los padres de los alumnos.
En el Politécnico (Ayacucho 1600), en cambio, se encontró una modalidad para que no se perdiera la mañana de clases por completo: el alumnado entró a las 11.15 y se retiró a las 11.55. "A pesar de que tenían que venir por poco tiempo, hubo un alto nivel de asistencia", aseguró un preceptor.
Un caso aparte fue el del Sagrado Corazón (Mendoza 1951). Allí, unos 700 alumnos de 3 a 17 años se juntaron en el salón de actos a ver el encuentro en una pantalla gigante.
En las escuelas primarias el panorama no fue tan desolador como en las de nivel medio, pero también hubo faltazos. En la Mariano Moreno, los 75 chicos de todo el turno mañana que dieron el presente vieron la tele en la biblioteca.
A la Escuela Nº 88 (Mitre 2345) también concurrieron pocos, "y los más chiquitos", subrayó la directora. La asistencia en la Nº 58 (Ayacucho 1544) la dio sólo el diez por ciento de los 130 chicos que asiste a la mañana. Unicamente alumnos de EGB1 y EGB2 fueron a la Nº 90 (Córdoba 3845), y lo mismo se repitió en la Nº 119 (Constitución 2054) y en la Nº 115 (San Nicolás 1571).
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La Ciudad
