El British Museum de Londres, uno de los más importantes del mundo, está sumido en una grave crisis financiera, con un déficit que asciende actualmente a más de siete millones de dólares. Por eso decidió despedir a 150 empleados, un diez por ciento de su personal. Este recorte llevó a que actualmente más de veinte salas de exposiciones del museo sólo permanezcan abiertas tres horas al día, entre ellas el Mausoleo de Halicarnaso, que en la Antigüedad era considerado una de las siete maravillas del mundo. Gracias a la remodelación del patio interior, diseñado por el arquitecto Norman Foster, se duplicó el año pasado la cifra de visitantes del museo, lo que no tuvo un efecto considerable en la situación financiera de la casa. Ahora hasta falta el dinero para mantener el nuevo patio. Los motivos de estos problemas financieros, que se arrastran desde hace años, son difíciles de determinar. El diario The Guardian habla de un mal manejo del dinero y de la falta de subsidios, pero tanto la dirección del museo como el gobierno se intentan desentender del asunto. En los últimos años se debatió una y otra vez sobre la posibilidad de cobrar, pero se decidió que no, porque la entrada es gratuita desde la fundación de la casa. Además, hace justo un año, en todos los demás museos importantes del país se dejó de cobrar entrada.
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