Marcelo Menichetti / La Capital
Alfredo Casero presentará su nuevo espectáculo "Ojalá que vuelvan los trenes...", el próximo viernes en El Círculo, Laprida y Mendoza. El show del autor de "Shimauta", el tema que le permitió diseñar una gira por Japón que comenzará inmediatamente después de su actuación en Rosario, incluirá canciones de su cuarto CD, "Casaerius", y monólogos de humor absurdo. El artista ganó popularidad gracias a su labor en televisión en ciclos humorísticos como "De la cabeza" y "Cha Cha Cha", y asumió roles dramáticos en tiras como "Vulnerables" y "Culpables". Su producción también ofrece una arista musical como la que mostró con su primera banda, la Halibour Fiberglass Sereneiders y luego con la Kerosén Light Orchestra. Con "Casaerius", su primer álbum solista, el músico, actor y compositor, despliega su amplia gama de recursos artísticos. En diálogo con Escenario, Casero ensayó una definición de su estética: "Vivo como un condenado a muerte. Las únicas obligaciones que tengo son las que yo me impongo", y añadió: "Ahora no hay nada inventado. Lenny Kravitz sólo hace música como la hacía Jimi Hendrix y los músicos de antes". Es difícil arrancarle a Casero definiciones concretas. Cuando habla, el músico y actor va a la deriva, de un tema pasa a otro y sin cambiar el tono de voz salta a un chiste que, a veces, se tarda en entender, pero se disfruta enormemente. ¿Por qué es así? "Porque hago lo que se me canta", explica y, cuando extiende la mano para saludar a alguien que se llama Angel, sorprende: "Yo también soy Angel". -¿Usted se considera un ángel? -Sí. Trabajo para Dios. -¿Qué tipo de ángel es? -Un ángel tipo LK9, con doble árbol de leva a la cabeza. Soy un ángel bialbero. -¿Por qué los elementos decorativos de sus programas televisivos, el vestuario y su estética general remiten a los años 60? -Porque es más linda. Si ahora no hay nada inventado... Lenny Kravitz no hace más que hacer música como la hacía Jimi Hendrix y como la hacían los de antes. -¿Considera, entonces, que no hay nada nuevo de los 70 para acá? -¿Qué me querés decir? Yo no haría ninguna declaración formal y menos a un periodista... Se inventaron un montón de cosas, pero creo que hay un resurgimiento de lo que ya estaba hecho y estaba bien hecho. En cuestión de música creo que todo vuelve. Por eso la idea que yo trato de llevar a cabo es encontrar una nueva cosa que tenga que ver con el audio. -El tema "Bailando en la Rural", incluido en su último disco, tiene un sonido netamente beat... -Claro, sí es abiertamente el "Gá, ga, gudaga, gudága..." del beat. De la misma manera hay temas que se parecen a otros que se hicieron antes. Todo es más o menos lo mismo. Creo que no hay demasiada innovación; es más, me parece que la innovación viene de antes. -¿Será por eso que los Rolling Stones anuncian nuevas giras y siguen vigentes vetaranos como Eric Clapton y Mark Knopfler? -Eso pasa acá, en este mercado. Hay que ver qué es lo que pasa en Asia y en Africa... Vos me das una visión anglosajona del asunto. Yo creo que hay muchas cosas más. -¿Cuando vaya a Japón a cantarle a los nativos en japonés no sentirá que les vende naranjas a los paraguayos? -¡Eh!...(piensa). Sí, yo les vendo naranjas a los paraguayos. -¿Y le va bien? -No solamente me va bien sino que voy a mostrar las hermosas naranjas que hacemos los argentinos para venderles a los paraguayos. Porque las naranjas paraguayas se pueden comprar en cualquier lado, ahora, naranjas argentinas vendidas en Paraguay, tienen otro sabor. -¿Qué lo diferencia de un oficinista? -¿A mí? Mirá, yo las únicas obligaciones que tengo son las que me impongo y vivo con la disponibilidad de un condenado a muerte. Si algo no tengo ganas de hacerlo, no lo hago y si algo tengo ganas de hacerlo lo hago. Me refiero a que cuando tenés la disponibilidad de un condenado a muerte cualquier cosa puede cambiar de cualquier manera. No es demasiado trascendente lo que estoy diciendo, es más bien, no filológicamente... No, filológicamente no es... (duda). Es más simple: tengo la posibilidad de hacer lo que se me canta el culo. No tengo problemas en cometer errores porque después los vuelvo a enmendar y eso es parte de mi secreto profesional de cómo convivir con la vida. -¿Qué le gustaría ser cuando sea grande? -Cuando sea grande voy a ser artista. -¿Qué mundo le dejará a sus hijos? -Yo puedo manejar el mundo. -¿Ah, sí? -Sí porque al poder manejarlo en mi casa, al poder llevar adelante algunas ideas, les estoy mostrando a los demás que ellos también pueden. Esperá que vaya a Japón y ya vas a ver... Porque tengo una buena idea. La idea que tengo es poder mostrarles que nosotros tenemos capacidad de cambio. Porque nosotros vivimos constantemente en el caos. Acá te dicen "esta es la peor crisis que tuvimos". No es la peor crisis: hemos tenido crisis peores con gente asesinándonos. Esto es nada más que plata, digamos y, de alguna manera, la inmoralidad de a poco se va limpiando. Así que pienso dejarles algo muy bueno a mis hijos como la posibilidad de que hagan lo que les parezca, porque les voy a enseñar a hacer las cosas bien.
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