Ante un nuevo sinistro en una cerealera en Puerto San Martín y estando aún frescas las secuelas del incendio en la terminal portuaria de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) de San Lorenzo, donde fallecieron tres operarios hace menos de un mes, y el de octubre de 2001 en Toepfer de Puerto San Martín, vale recordar lo expresado por el Colegio de Ingenieros Especialistas (CIE) de la provincia, un organismo que desde hace siete años se encarga de vigilar la actividad profesional en resguardo de sus matriculados y de la sociedad. Los ingenieros integrantes del CIE, Daniel Gil, Alfredo Solé, Ricardo Cantori y Leo Rambaldi señalaron a La Capital que "los recursos que se destinen a la seguridad no son un gasto, sino una inversión que dará sus frutos en el bienestar de la familia laboral" y destacaron que la "mejor forma de invertir en seguridad es respetar las leyes y ejerciendo un mayor control para el cumplimiento de las mismas". En cuanto a las medidas para que no ocurran siniestros de gran magnitud en cerealeras los expertos afirmaron que "se debe actuar en dos campos: el técnico y el humano. En el primero con un buen diseño de las instalaciones, mantenimiento constante y aprendiendo de las experiencias. En lo humano, es necesario la capacitación de todo el personal mediante una política de higiene y seguridad, que se cumpla a rajatabla. Pese a ello siempre surgen imponderables, una sola chispa puede producir una serie de explosiones. Apenas un roce, una falla técnica o humana, alcanza para generar un siniestro".
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