Juan Pablo II festejó ayer sus 82 años con un almuerzo privado luego de recibir el afectuoso saludo de unos siete mil fieles en el Vaticano, ajeno a los rumores de su eventual renuncia y preparando su viaje al musulmán Azerbaiyán y a la ortodoxa Bulgaria. La agenda activa parece ser la mejor arma para desmentir una dimisión por "decadencia" del Pontífice, quien encara esta semana su gira número 96.
El próximo miércoles emprenderá un viaje a Azerbaiyán, un país totalmente musulmán, mientras que del 23 al 26 de mayo estará en la ortodoxa Bulgaria, por lo que dedica sus horas a estudiar el idioma búlgaro para poder leer sus discursos en lengua autóctona.
El Papa almorzó ayer con un grupo de cardenales tras ser homenajeado por unos siete mil alumnos, ex alumnos y profesores de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en la gran sala de audiencias del Vaticano. Las Escuelas Cristianas conforman la institución fundada en el siglo XVII por el santo francés San Juan Bautista de La Salle, y este año cumplen el 300 aniversario de su creación.
El Pontífice, enfermo desde hace años del mal de Parkinson -cada vez más avanzado-, pareció contento y entusiasmado por la presencia de tantos jóvenes. Sin embargo, Sólo leyó el comienzo y el final de su discurso en italiano, un sacerdote debió leer la mayor parte del mensaje.
La eventual renuncia, planteada en vísperas del cumpleaños de Karol Wojtyla por el alemán Joseph Ratzinger (prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, ex Santo Oficio) y por el hondureño y papable Oscar Andrés Rodriguez Maradiaga, esta vez no fue desmentida categóricamente por la Iglesia católica.
El diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, responde en su portada de ayer a los rumores sobre la posible renuncia del jefe de la Iglesia católica, al recordar que el Soberano pontífice pidió el miércoles pasado el apoyo espiritual de los fieles "para continuar con fidelidad el ministerio que Dios me confió".
Como parte de los festejos de ayer, al ingresar en la sala de audiencias en la plataforma móvil que utiliza, el Papa fue recibido por una orquesta de jóvenes que interpretó el himno pontificio.
Aplaudido cálidamente por los presentes, que agitaban carteles multicolores, el Papa escuchó complacido el "feliz cumpleaños Santo Padre" que le dedicaron los jóvenes.
Telegramas, tortas y regalos
Miles de telegramas de felicitación llegaron desde todo el mundo, así como numerosas tortas y regalos, entre los que se destacan un alce y una canoa de madera brindados por el alcalde de Toronto (Canadá), adonde viajará el Pontífice en junio próximo para presidir la XVII Jornada Mundial de la Juventud.
Para la hora del almuerzo, la cocinera del Papa, la hermana Germana, le ofreció un pastel polaco con 82 velas.
Durante el almuerzo, acompañaron a Juan Pablo II los cardenales Martínez Somalo, Camillo Runi (vicario de Roma), Bernardin Gantin (decano del colegio cardenalicio) y el secretario de Estado, Angelo Sodano.
En el día de su cumpleaños -que no fue feriado en la ciudad vaticana- el Papa no dejó de conceder audiencias. Recibió al presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela; al arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián Aguilar, y a una delegación de obispos de Ecuador que se encuentra realizando una visita ad limina en Roma. (Télam)