Hugo Moyano no pudo evitar un diluvio de problemas. La decisión del líder de la CGT disidente de suspender el paro previsto para ayer por razones meteorológicas (un hecho inédito en la historia del sindicalismo) potenció las diferencias ya existentes en la regional Rosario de la central obrera rebelde y provocó las renuncias de su secretario general, el judicial Juan Nucci, y su adjunto, el municipal Néstor Ferrazza.
"Al margen de la renuncia, que mi organización se retire o no de la CGT disidente será motivo de una discusión", explicó Nucci, quien tras revelar que la decisión estaba tomada "desde antes" -el sábado pasado-, enfatizó: "Lo de ayer (el lunes) más que un detonante fue una ratificación".
Según el judicial, "es parte de las contradicciones que a uno lo llevan a buscar otra dirección", aunque se apresuró en aclarar que "el responsable principal no es Moyano, ya que en la regional los errores son de todos".
En ese sentido, Nucci reconoció que "en mi caso vengo manteniendo diferencias a partir de problemas vinculados con la interna del PJ", a pesar de definirse como un peronista "de toda la vida".
Consultado por La Capital, el gremialista abundó: "Acá hubo posicionamientos relacionados a la intención de crear una nueva 62 Organizaciones, que considero una herramienta del pasado. Entonces recibí algunas críticas que considero injustas".
Para Nucci, "cuando los intereses políticos colisionan con los de los trabajadores, uno no puede tener una pierna en cada lado". Y recordó que el gremio que representa "fue el primero que le hizo un paro a (Carlos) Menem".
Si bien insistió en que el sacudón en la primera línea de conducción de los disidentes rosarinos no es un problema exclusivo del Moyano sino de "todo el movimiento obrero", subrayó que "hay sectores muy pegados al gobierno, y no estoy hablando precisamente del líder de los camioneros", en obvia referencia al acercamiento del presidente Eduardo Duhalde con el polémico senador del PJ y sindicalista Luis Barrionuevo.
Asimismo, Nucci admitió suscribir al modelo gremial que plantea la CGT disidente, pero no ocultó la existencia de contradicciones producto de "personas que dicen una cosa y después hacen otra".
Acerca de la insólita postergación del paro por parte de Moyano, el judicial aseveró: "Lo del tiempo puede ser una de las razones, porque... ¡Qué vamos a movilizar si están todos inundados!". No obstante, también adhirió a la teoría que dio cuenta de la posibilidad de una escasa convocatoria en la histórica Plaza de Mayo. "Me permito pensar que fue un error", arriesgó, para concluir descartando toda injerencia del gobierno nacional.
En tanto, Ferrazza lanzó sus dardos contra el camionero. "Moyano siempre aplicó, sin importar el momento o el lugar, el mismo discurso. Todos conocemos lo que implica cambiar el modelo económico, y esa es una de las críticas que siempre le hicimos", se quejó el municipal.
Pero Ferrazza también cuestionó la metodología implementada por los caciques rebeldes en cada medida de fuerza: "En varias oportunidades nos informaron que tal día había un paro mediante un fax. Realmente era muy poca la participación de las regionales, y no sólo la de Rosario".
A su turno, Sergio Rodríguez, secretario gremial de los municipales, bramó: "Una vez más, Moyano defraudó a los trabajadores en medio de un país sin rumbo". Y para remate Ferrazza ratificó que su gremio actuará, de ahora en más, en forma independiente.
Etapa decisiva
La suerte de la regional Rosario de la CGT disidente (que ayer no pareció preocupar a la cúpula nacional de la central obrera) comenzará a sellarse el lunes próximo, en el marco de una reunión que definirá cuáles serán los sindicatos que seguirán bajo su ala.
Una vez concluida esta etapa, se abrirá el debate sobre la adhesión al nuevo paro de 12 horas con movilización convocado por el camionero para el 22 de mayo. Todo indica que los densos nubarrones, esos que inquietan tanto a Moyano, están muy lejos de disiparse.
La Ciudad
