La crisis postdevaluación golpeó fuerte en el negocio de los chacinados. "Se registra una caída del 30 por ciento en el consumo de fiambres, que no es un producto de primera necesidad", revela Rubén Aguerópolis, gerente general del Frigorífico Paladini. Dice que la estrategia de la empresa es trasladar al mínimo los incrementos de precios de insumos a los costos, y admite que se les puso difícil competir en un mercado inundado por segundas marcas que trabajan con otros estándares de calidad. "En la crisis la gente sólo se fija en el precio", lamenta. Pero ese no es el único problema que deben afrontar: "La evasión fiscal es para nosotros una competencia desleal que sigue gozando de buena salud porque nadie sale a ponerle el cascabel al gato", sentencia el ejecutivo.
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