El Banco Central descartó de plano que mañana haya algún banco que no abra sus puertas, y afirmó que se podrán retirar fondos normalmente de los cajeros automáticos durante el fin de semana porque su abastecimiento está asegurado. Sin embargo, en Rosario ayer resultó tortuoso hacerse de efectivo en las máquinas proveedoras de billetes (ver aparte).
El vicepresidente primero del Central, Aldo Pignarelli, aseguró ayer que el funcionamiento de los bancos será "total y absolutamente normal", y remarcó que "durante el fin de semana los cajeros automáticos tendrán dinero", porque subrayó que el abastecimiento se reforzó a partir de anteayer a media tarde.
Sin embargo, destacó que "puede haber algunos casos puntuales en zonas de alta concentración de población con alto poder adquisitivo, que es donde más demanda hay de dinero físico".
Los bancos sufrieron anteayer una fuerte corrida de depositantes que concurrieron en forma masiva a retirar fondos ante versiones de que algunas entidades estarían por cerrar sus puertas. Esto a su vez produjo una elevada demanda en la compra de dólares que amagó con empujar el precio de la divisa hacia arriba, lo que obligó al BCRA a salir a tranquilizar la fluctuación de la moneda norteamericana.
Ante este escenario de enorme incertidumbre, surgió el rumor de que la semana comenzaría con un feriado bancario, algo que el Central se vio obligado a desmentir.
Corrida inducida
Por su parte, Pignarelli estimó que la corrida del viernes "fue inducida por alguien al que le interesa que la gente se asuste".
Ante la consulta de si los rumores podrían haber surgido del Poder Ejecutivo para presionar a los bancos a adherir al Plan Bonos, Pignarelli se preguntó: "¿A qué gobierno le interesa que sucedan las cosas que sucedieron ayer?".
"Alguien debe tener interés en que la gente se asuste y abonar más a esta situación de por sí sumamente grave para la población", estimó el segundo del Central, quien afirmó: "No creo que sea de los bancos, porque ellos son los más perjudicados en esto".
Por su parte, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, consultado sobre si hay cierta dureza de los bancos a adherir al Plan Bonos, con garantía de sus activos sobre los títulos que se les entregaría a los ahorristas con depósitos en el corralito, reconoció: "Es posible que haya algo de eso, (pero) no estoy en condiciones de asegurarlo".
Asimismo, el presidente Eduardo Duhalde admitió que "los esfuerzos para que el sistema financiero se pueda recuperar y que los ahorristas tengan seguridad en cuanto a que van a cobrar sus acreencias" son "los dos obstáculos principales que tenemos para relanzar el verdadero plan que tiene que ver con la producción en la Argentina".
En tanto, Atanasof sostuvo que la corrida bancaria fue consecuencia de "actitudes que no construyen", y confirmó que el gobierno tiene como "prioridad la apertura del corralito".
Con respecto a la tensa jornada que se vivió anteayer, teñida de versiones de cierres de bancos, subrayó que "fueron nada más que rumores, con un nivel de insensatez por lo peligroso que significa generar esta situación, intranquilizar mas a la gente".
"Lo cierto es que van 159 días del corralito, y el presidente (Eduardo Duhalde) cuenta cada uno de esos días con la misma preocupación con los que los cuenta la gente", remarcó el ministro, quien aseguró que la apertura del corralito "es una prioridad para el gobierno".
En cuanto a la discusión del Plan Bonos, Pignarelli indicó que "hay que hacer un análisis de cómo impactará en la caja de los bancos".
"En principio podría ser", reconoció el vice del Central, pero precisó que "faltan ultimar algunos detalles y ver cómo se compensa un banco con otro a través de políticas de encajes monetarios", no obstante lo cual afirmó que el Plan Bonos tal como se publicó en varios medios periodísticos "técnicamente es viable".
Por su lado, Atanasof precisó que "el gobierno cree que hay que avanzar de la mejor manera y en el menor tiempo para abrir el corralito, y en esto hay distintas posiciones".
"Los bancos están defendiendo una posición financiera, el gobierno entiende que está defendiendo a la gente, que de la noche a la mañana se encontró con que los ahorros de toda su vida quedaron atrapados y también creemos que el corralito perturba seriamente las posibilidades de recuperación del aparato productivo", indicó el ministro.
En consecuencia, consideró que es preciso "tratar de encontrar un punto de equilibrio para comenzar a transitar el camino de la apertura del corralito".
La continuidad del Suquía
En otro orden, Pignarelli despejó dudas respecto de la continuidad de los bancos Suquía y Bisel. Explicó que el Suquía, "propiedad del Credit Agricole de Francia, tiene su mayor actividad en Córdoba", y precisó que "el horario de atención en esa provincia es hasta las 13".
"Para mejorar la atención, algunas sucursales abren a la tarde, pero ante las fuertes versiones se vieron obligados a cerrar por la tarde", precisó Pignarelli, quien señaló que "al Bisel, también propiedad del Credit Agricole, le repercutió la versión del Suquía". Ambas entidades trabajarán mañana con normalidad.
La Ciudad
