Sorpresiva iniciativa de la entidad fabril en medio de la severa crisis

La UIA ahora quiere bajar los salarios

El nucleamiento empresarial fue uno de los principales fogoneros de la polémica devaluación y va por más

La supuesta iniciativa oficial de impulsar un incremento de salarios mediante sumas fijas no remunerativas se enfrenta con la creciente idea dentro del empresariado nacional de aplicar rebajas nominales en los haberes de los trabajadores, a pesar de la inflación galopante.
Un proyecto que le presentó la Unión Industrial Argentina (UIA) a la recientemente asumida ministra de Trabajo, Graciela Camaño, prevé la suspensión de obreros por hasta un año con la mitad de su sueldo, justificada en la necesidad de evitar la quiebra de las empresas.
Por otro lado, encuestas realizadas por consultoras privadas revelan que el 94 por ciento de las empresas (sobre un total de 200) cree que no aumentarán los sueldos de sus trabajadores, debido a la caída del nivel de actividad.
En el proyecto de la UIA se contempla la posibilidad de despedir al trabajador si después del período de suspensión subsistiesen los problemas de la empresa, pero pagándole la indemnización en 12 cuotas ajustadas por tasa de interés.
Dentro de ese contexto, para algunos analistas se puede producir un incremento de la tensión social en la medida en que la inflación vaya limando el poder de compra de los ingresos de los asalariados.
Para la especialista en mercado laboral de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), Nuria Susmel, "si van a dar aumento generalizado de salarios las empresas están muy mal y no creo que puedan sostener una política de ese tipo".
Susmel consideró que es "una política errada" determinar desde el gobierno una suba salarial porque "a pesar de que no funcionen bien, Argentina tiene instituciones para acordar salarios".
La economista no descarta, no obstante, una negociación paritaria general porque "en ese marco se puede negociar más cerca de la problemática empresaria".
Según señala Susmel en un trabajo de investigación, "el salario formal era un 8 por ciento más elevado en el sector público" durante el año pasado, una situación que no debe haber variado demasiado si se tiene en cuenta que los ingresos se encuentran congelados.