Lo primero que hay que aprender para trabajar en la calle es a manejar los tiempos. "Existe una raya ética: si te pasás te quemaste. Además, los distintos lugares tienen sus etapas y hay que saber cuándo conviene salir y cuándo quedarse en casa. Y lo más importante es ser innovador, si no, sos el mismo boludo de siempre que muestra siempre las mismas cosas", advierte el marionetista Rubén Orsini. Por eso generalmente los artistas urbanos tienen también algo de nómades. Rubén trabajó en París, en Barcelona, en las sierras y en la costa atlántica. Máximo Cerliani también paseó sus malabares por Chile, Brasil, Buenos Aires y la costa. Es que hay que cambiar y no aburrir ni aburrirse. De todas formas, a la hora de elegir, Rubén prefiere jugar de local. "No hay nada como acá", asegura, y explica: "En Europa podés hacer lo que quieras, como quieras y en donde quieras. Trabajás frente a un tipo tranquilo que tiene la vida resuelta y manejás los mejores lugares. Acá tu público es como vos. Somos todos iguales".
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