El titular del Consejo de Niñez, Adolescencia y Familia, Norberto Liwski, reconoció ayer ante el mundo que "seis de cada diez niños argentinos crecen y se desarrollan por debajo de la línea de pobreza, y cerca de un millón y medio de adolescentes están excluidos de la educación y el trabajo". Liwski formuló estos conceptos al presentar el informe oficial argentino ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. El funcionario reconoció que, pese a haberse reducido la mortalidad infantil en el país, "este índice sigue duplicando al de los países de América Latina, tales los casos de Chile, Cuba y Costa Rica, que enmascaran importantes diferencias por zonas". Admitió que la crisis actual pone en peligro la cobertura educativa, "por el avance continuo del abandono escolar". De este modo, la delegación argentina se encargó de opacar aún más la ya de por sí deslucida imagen con que había llegado a la cumbre. (DyN)
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