El equipo de Washington se alineó ayer con El Vaticano y países islámicos para imponer un documento final de la conferencia a favor de la abstinencia sexual y en contra del aborto en las adolescentes. Pero, los católicos de América Latina se opusieron a este grupo junto con los europeos -entre ellos Polonia- y la mayoría de los países africanos. La conferencia de tres días estuvo llena de retórica pública sobre la santidad de la infancia pero escasa en consenso respecto a la educación, un punto clave de la reunión, después de que el secretario de Salud de EEUU, Tommy Thompson, presentó una posición conservadora en cuestiones de sexualidad. Anoche, las definiciones sobre los servicios de salud reproductiva y de la familia todavía estaban en disputa. "En términos de educación sexual fuimos obstinados con respecto a la inclusión de la abstinencia con la mejor opción", dijo un funcionario estadounidense. "La abstinencia es la solución a los problemas que estamos discutiendo en esta conferencia. Todos los otros tipos de educación sexual tienen que lidiar con los efectos secundarios". El miércoles, en la sesión inaugural, Thompson ya había hecho referencia al tema y dijo: "Como el presidente Bush ha dicho, la abstinencia es la única forma segura de evitar las enfermedades de transmisión sexual, embarazos precoces y las dificultades sociales y personales que acompañan la actividad sexual no marital". El representante del Vaticano, el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, dijo anteayer a la Asamblea General: "Cuando los valores morales son pisoteados impunemente, cuando la atmósfera está cargada artificialmente con erotismo, cuando el significado de la sexualidad humana es vaciada y trivializada y los niños son incluso inducidos a estilos de vida y comportamientos abominables en un alarmante clima de permisividad, el riesgo de violencia aumenta". "El gobierno de Bush se comporta como si abarcara por sí solo los tres poderes del gobierno", dijo Adrienne Germain, presidenta de la Coalición Internacional de Mujeres por la Salud y delegada estadounidense en anteriores conferencias de la ONU sobre asuntos sociales. "Sus posiciones son contrarias a la Corte Suprema, a la mayoría del Congreso y a la opinión pública estadounidense que respalda la educación y la salud reproductiva de los adolescentes", dijo. (Reuters)
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