-¿Coincidís que tu mejor momento fue en la Copa América del 91 en Chile? -Y sí, en ese torneo me hice conocer a nivel mundial. Además la gente se identificó muchísimo con el juego de esa selección de Alfio Basile. Cada vez que voy a comer a un restorán en Buenos Aires y me preguntan por San Lorenzo, al final siempre salta la afirmación: ¡Qué selección aquella del 91! Es un elogio que recibo permanentemente. -¿Sos el mismo volante de la aparición explosiva en ese torneo? -En esencia soy el mismo. Siento al fútbol como en aquel momento. Quizás aquel Leo era más alocado, con mucho vértigo y cambio de ritmo para encarar. Ahora soy mucho más cerebral, juego con la cabeza. Además ahora sé que debo llevar el peso de conducir al equipo, en esa selección que salió campeón en Chile acepté el desafío pero reconozco que no estaba preparado. -¿Se puede trazar un paralelo entre la selección del Coco Basile y esta que conduce Marcelo Bielsa? -Sí, porque se trata de dos selecciones ganadoras y que cada una en su momento respetaron el gusto futbolístico del hincha argentino. Además, a nivel individual las dos se apoyaron en jugadores que triunfaron en el exterior. Creo que la gran diferencia radica en el sistema táctico. Mientras la propuesta de Bielsa es que el equipo presione bien arriba, con vértigo y mucha dinámica, la del Coco era más de toque, de posesión de pelota. -¿Quién de las dos llega con más chances: ustedes en el Mundial del 94 o esta para Corea-Japón? -Argentina siempre llega como candidata en los mundiales. La actual está muy consolidada porque hizo una eliminatoria fantástica. Se nota que los jugadores interpretaron muy rápidamente lo que pretendía el entrenador. Además Bielsa tiene muchísimo material para elegir, en ese sentido el Coco tenía menos opciones. Por ejemplo es una locura que se queden afuera de la lista jugadores de la jerarquía de Riquelme, Saviola o D' Alessandro. Estoy a muerte con esta selección, ojalá le pueda dar el título del mundo que a nosotros se nos negó en Estados Unidos. -Teniendo en cuenta que tu época también coincidió con la de Diego, ¿llegaste a demostrar todo tu potencial futbolístico? -Creo que a cualquier jugador, por más nivel que demuestre, la presencia de Maradona siempre le hizo sombra. La podés romper y jugar todos los partidos mil puntos, pero siempre está Maradona. Igualmente creo que tuve partidos en la selección de nivel muy alto, aunque en el momento que venía Maradona yo sabía que tenía que dar un paso al costado. Y más teniendo en cuenta que con el sistema que jugaba Basile no había lugar para los dos. No me quejo, fui suplente del mejor jugador de la historia. Si yo no hubiera sido partícipe del mismo trayecto en el que jugó Maradona no sé si hubiera sido reconocido. No nos olvidemos de que tuve chances de jugar dos copas América y un Mundial porque Diego estuvo suspendido un año y medio por doping.
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