París. - Las celebraciones por el Día del Trabajador en Francia se transformaron en actos que reflejaron la división que existe con vista a la segunda vuelta electoral presidencial a realizarse el próximo domingo, entre los seguidores del ultraderechista Jean Marie Le Pen y los que se le oponen y, por tanto, llaman a votar a Jacques Chirac. Más de un millón de personas se manifestaron en todo el país para "bloquear" la candidatura de Le Pen.
La manifestación más importante tuvo lugar en París, donde desfilaron cerca de 400.000 personas. Se trató de la manifestación más importante en la capital francesa desde 1984, cuando miles de personas salieron a las calles en defensa de la escuela privada. Según el Ministerio del Interior, otras 845.000 personas se manifestaron en ciudades del interior.
Esta manifestación fue una de las mayores desde la liberación de París en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial.
Un desfile de varios kilómetros
En París, la marcha anti-Le Pen convocada por los partidos de izquierda y sindicatos atrajo a tanta gente que al desfile le fue difícil arrancar desde la Plaza de la República. A lo largo del desfile de varios kilómetros en la ciudad capital, se veían carteles en las ventanas y los balcones de rechazo al líder del Frente Nacional: "No a Le Pen. No a la extrema derecha". Un ambiente festivo imperaba entre los manifestantes, entre los que había muchas familias y coreaban "primera, segunda, tercera generación, todos somos inmigrantes", o simplemente "No a Le Pen".
Según cifras de la policía, hubo 35.000 manifestantes en Toulouse, 30.000 en Nantes, Lille y Marsella, 25.000 en Tours, 20.000 en Caen y en Estrasburgo, 15.000 en Rouen, 11.000 en Brest, unos 10.000 en Orléans y en Bayona. Los lemas variaban según los lugares pero el mensaje era común: "bloquear a la extrema derecha" y los eslóganes se articulaban en torno al rechazo a la "intolerancia, el racismo y la xenofobia", "Abajo Le Pen, Viva la República", "por el progreso social y la democracia" o "la solidaridad y las libertades".
Por su parte y alentada por el éxito electoral del líder del Frente Nacional (FN), Le Pen, la tradicional marcha del movimiento de extrema derecha reunió este año tres veces más de militantes que el año pasado: según la policía de 8.000 a 10.000 personas, aunque los organizadores reivindicaron más de 100.000. Le Pen consagró lo esencial de su discurso de una hora y veinte minutos en la Plaza de la Opera, en el centro de París, a denunciar al presidente saliente, "padrino de clanes que ensucia la imagen de Francia" y que solamente quiere ser reelegido "para escapar a los jueces".
Le Pen invitó a la izquierda a votar por él "para ganar la batalla de Francia".
Llamado a la izquierda
"Ustedes, que votaron por la izquierda en la primera vuelta electoral, no acepten ir a votar el domingo próximo tapándose la nariz" -expresión del ex ministro socialista Dominique Strauss-Kahn quien llamó a votar por Chirac de ese modo- y les recordó que sus dirigentes "querían hace pocas semanas que Chirac fuera enviado a la cárcel".
Le Pen pronunció su discurso después de desfilar brevemente entre la Plaza del Palacio Real y la Plaza de las Pirámides, donde depositó una corona de flores al pie de la estatua ecuestre de Juana de Arco, la heroína francesa que combatió a los invasores ingleses en el siglo XV. (Télam, DPA y AFP)