El árbitro Horacio Elizondo estuvo a punto de tomarse a golpes con el utilero de Colón, Luis Pérez, al término del encuentro que los santafesinos perdieron 2 a 1 con Banfield, porque éste le recriminó la sanción de un tiro penal determinante para el resultado final. Los hechos se originaron apenas Elizondo abandonó su vestuario y pasó por la puerta del de Colón, después de más de media hora de terminado el partido, cuando el juez se retiraba del estadio. Fue entonces cuando se le acercó el utilero Luis Pérez, increpándolo por el penal que según su entender perjudicó a Colón y lo condenó a la derrota. El árbitro reaccionó y estuvo a punto de tomarse a golpes con el asistente colonista, pero fue interceptado por dirigentes del club santafesino. Después, mientras el juez se iba mascullando bronca, el utilero dijo a periodistas apostados en el lugar que él es "novio de una prima de Elizondo", y por eso lo que pretendió hacer fue una bromna que el árbitro malinterpretó. "En la semana lo llamo por teléfono y arreglo todo", exclamó finalmente Pérez. Lo cierto es que los ánimos no estaban bien, ya que realmente la sanción de Elizondo dejó un manto de dudas y terminó condenando a Colón, un equipo que venía asomando como gran candidato pero que ahora se está cayendo a pedazos. En cuanto al futuro banfileño, ayer recibió la quinta tarjeta amarilla el volante Pablo Del Río, por lo que en la próxima fecha podría producirse la vuelta al primer equipo de Jorge Cervera. (Télam)
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