Federico Insúa empezó a pagar con goles su contratación para este campeonato, una de las más rutilantes en el contexto del magro mercado de transferencias en el fútbol argentino para este 2002. Aunque esté a préstamo, los hinchas se ilusionaron mucho con su llegada y ayer con su segundo gol, el que rubricó definitivamente el triunfo sobre el complicado Belgrano, le agregó certeza a lo que se esperaba de él. De todas formas, los hinchas rojos parecen dolidos con su equipo, ya que la relación es de tirantez pese a que el equipo de Clausen venció en el clásico. Una bandera rezaba: "Festejamos ganarle a Racing aunque ustedes no nos saluden". La victoria aflojó ayer las tensiones.
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