Independiente se desahogó recién en los últimos minutos del partido en el estadio de la Doble Visera. Le ganó a Belgrano por 2 a 0 y se quedó con los tres puntos y los aplausos que tanto necesitaba.
Por méritos, el equipo de Néstor Clausen debió vencer claramente, pero el primer gol, el del paranaense Claudio González, recién llegó cuando faltaban apenas 5 minutos para el final del encuentro.
Inclusive, el tanto de González se produjo en el peor momento de los rojos, cuando estaba desordenado y se hacía sentir la disconformidad de la gente. Pero más allá del bajón que venían exhibiendo los dueños de casa, Federico Insúa aseguró la victoria en el minuto 41.
Belgrano estuvo cerca de conservar el empate, en especial por el desempeño de su arquero Juan Carlos Olave, de nuevo figura, pero esta caída y el triunfo de Banfield lo deja en una posición de lo más comprometida en la tabla de los promedios.
Ya en el primer tiempo Independiente tuvo muchas ocasiones para establecer una diferencia, pero no aprovechó ninguna.
Unas 5 mil personas se impacientaron en la medida que Olave le ponía límites a la urgencia de los locales. En cambio, un centenar de simpatizantes de Belgrano llegó a creer que al menos se iban a volver a Córdoba con un punto de esperanza.
En los 10 minutos iniciales Belgrano mantuvo el juego con equilibrio, pero después cada vez se hizo más sostenido el dominio de Independiente. A tal punto que en la última media hora de esa etapa a los conducidos por Mac Allister les costó pasar la mitad de cancha.
El equipo visitante intentó jugar el encuentro arriba, pero Independiente se apoderó de la pelota en el medio y lo obligó a retroceder. Insúa, como enganche típico, fue el abastecedor de los delanteros Matías Vuoso y Pablo Cuba.
En el segundo período el trabajo de Independiente fue más desprolijo, porque Insúa jugó más adelantado y el equipo se enredó. Ingresó Livio Prieto con la intención de formar una sociedad creativa, pero igual faltó claridad.
Cuando se acababa la paciencia de los hinchas, hubo un tiro libre de Insúa desde la derecha, Olave rechazó con los puños, pero para arriba, y cuando el balón caía lo conectó González y logró el desnivel.
Belgrano arriesgó en procura de una igualdad contrarreloj, pero en el contraataque se fue solo González por la derecha y cuando le salió Olave el delantero se ocupó de darle a Insúa la garantía del éxito. El resultado actuó como un reparador de ánimos por Avellaneda y todo terminó con aplausos. (DYN)
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La Ciudad
