La apertura parcial del corralito ya hace vislumbrar una perspectiva de reactivación entre los empresarios inmobiliarios y los concesionarios de automóviles, aunque los operadores consultados por La Capital advirtieron que aún no pisan sobre seguro por varias cuestiones. Primero porque la iniciativa surgida desde la cartera de Hacienda que comanda Jorge Remes Lenicov todavía no fue reglamentada y, más que nada, porque hasta ahora sólo hubo un fuerte incremento del número de consultas pero ninguna transacción.
Con las medidas de flexibilización del corralito que se instrumentaron ayer, los ahorristas podrán comprar bienes registrables con los certificados de plazos fijos y ese dinero en manos del receptor (siempre que se trate de una persona física y no una empresa) quedará dentro del corralito pero fuera de la reprogramación de los depósitos.
El presidente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Ceir), Alberto Bertollo, se mostró optimista sobre la posibilidad de que la medida produzca reactivación.
De acuerdo a la reglamentación, "por estos 60 días (hasta el 15 de abril) se abre una pequeña lucecita. Sería como volver al viejo corralito de (el ex ministro Domingo) Cavallo", expresó.
En este sentido, consideró que para aquellas personas que tengan deudas crediticias con el sistema financiero esta situación le va a servir, ya que podrán cancelarlas con los certificados que reciban al vender su bien. "No deja de ser una alternativa para poder operar", planteó Bertollo.
En rigor, quien reciba el certificado como parte de pago, lo podrá depositar en una cuenta corriente. Esto significa que dispondrá del documento para pagar deudas, sueldos o impuestos, sin más restricciones que las del límite de extracción de 1.200 pesos mensuales en efectivo. Eso sí, se deberá tratar de una persona física y no una empresa.
En lo que respecta al mercado inmobiliario propiamente dicho, Bertollo sostuvo que hasta el momento no había otra posibilidad de vender más que con "la gente que tenía el dinero en el colchón". Ahora, en cambio, se espera la decisión del público de "comprar un bien registrable en lugar de quedarse en el corralito".
Bertollo aprovechó para cuestionar una actitud bancaria que problematiza el negocio inmobiliario. "Las entidades no están aceptando todavía la cancelación de los créditos hipotecarios 1 a 1, por lo que se están tomando los pagos a cuenta. Esta situación genera que no se otorguen las escrituras de cancelación y, por consiguiente, las inmobiliarias no puedan operar, ya que la gente no paga si no se escritura".
Para el comerciante, esto configura una traba "hasta que los bancos se decidan a hacer las cancelaciones tal como lo establece la norma".
Las empresas inmobiliarias vienen de una retracción importante desde hace 90 días, sin precios en un mercado inactivo. No obstante, ayer se empezó a notar un importante incremento del número de llamados telefónicos y consultas personales de interesados haciendo ofertas en pesos. Para hablar de alguna tendencia definitiva en materia de precios, los agentes dicen que conviene aguardar a que se concreten las primeras operaciones.
Sobre ruedas
Por su parte, el gerente de la concesionaria Audi (Reutemann Exclusivos), Juan Chamut, indicó que "abrir el corralito significa que el gobierno recapacitó porque se dio cuenta de que no había movimiento comercial". El especialista consideró que se tomaron estas medidas "ya que las cosas de importancia no se podían comprar salvo que la gente contara con pesos o dólares en cajas de seguridad".
El hecho de eliminar parcialmente el corralito con un fin determinado, como en el caso de las compras de inmuebles, máquinas agrícolas o automóviles cero kilómetro, otorga una chance más.
Pero para acceder a la vía libre del dinero virtual habrá que demostrarle al banco emisor que será adquirido un bien registrable.
"Esta es verdaderamente una posibilidad más y ante la duda de seguir teniendo la plata en el sistema, la población intentará contar con algo tangible", subrayó Chamut. La cantidad de consultas de potenciales interesados en adquirir vehículos surgida hasta el momento significa que "hay gente que quiere ver cómo puede salir del corralito", agregó antes de considerar como una circunstancia obvia la falta de operaciones "porque la apertura del corralito (dispuesta por el Central) no está reglamentada".
Por su parte, el propietario de la concesionaria Beta, Eduardo Boccardo, dijo que "daría la sensación de que esta situación encuentra una oportunidad más de negocio". En esta sintonía, tiró una idea que puede estar en la cabeza de los clientes. "Quizás la gente pueda llegar a comprar un auto cero kilómetro para después venderlo y hacerse del efectivo", finalizó.
La Ciudad
