El gobierno intervino ayer para frenar una escalada del dólar y por primera vez desde la liberación del mercado de cambio puso sobre la mesa el valor de la moneda estadounidense que está dispuesto a sostener como tope: 1,60 o 1,70 peso. Así lo aseguró ayer el presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, y advirtió a la gente que no compre billetes verdes por encima de los dos pesos para no tener que perder luego. Las definiciones del jefe de Estado y las expectativas de un mayor circulante monetario a partir de la flexibilización del corralito presionaron al dólar hacia arriba -llegó a tocar los 2,35 pesos-, pero luego intervino el Banco Central y la cotización cerró en 2,20, igual que en la jornada anterior.
En un día movido, la divisa estadounidense volvió a los valores de la primera semana de febrero y alcanzó su nivel más alto desde que se habilitó la libre flotación de la moneda. El nuevo repunte, según los cambistas, se dio una vez más con operaciones de bajo monto.
La ofensiva verbal de Duhalde fue lanzada por medio de una activa presencia antes los medios de prensa en el día de ayer, entre ellos el Canal 3 de Rosario. El primer mandatario aseguró que "el Estado está dispuesto a intervenir en el mercado" para hacerlo bajar, y anticipó que el gobierno piensa clavar la moneda entre 1,60 y 1,70. Por su parte, el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, se manifestó "convencido" de que la cotización del dólar se estabilizará a corto plazo "en valores menores" (ver aparte).
"No quiero que la gente diga: compré a dos (pesos) y salí perdiendo. 1,60 es el precio en el que podemos clavar el dólar", aseguró Duhalde, y se declaró convencido de que "no va a haber un dólar que se nos dispare".
Delicado equilibrio
Duhalde rechazó además la dolarización propuesta por Carlos Menem, porque "abortaría" toda "salida por el lado de la productividad", subrayó y puso como ejemplo la experiencia de Ecuador, "que no sabe cómo salir de la dolarización" de su economía. "Tenemos la posibilidad de manejar bien esa situación y en 60 días habrá un clima distinto en la Argentina, cuando empiece a verse que realmente las economías regionales comienzan a tomar fuerza", aseguró.
Y reiteró "que el Estado está dispuesto a intervenir en el mercado para hacer bajar el dólar para que la gente no se confunda y diga que la engañaron una vez más".
"Yo no quiero sorprender a la gente, porque los que hacen negocio son los que saben qué va a pasar. Yo a la gente le digo qué es lo que va a pasar: el Banco Central va a salir, va a bajar el precio del dólar, simplemente insertando dólares en el mercado", insistió.
"Tenemos las reservas justas, estamos en un dilema muy grande, porque cuando uno va abriendo el corralito, en la medida que lo hace puede haber problemas. Esta es la realidad que la gente debe saber. En otros países que tienen más conciencia de destino común, cuando pasan cosas como éstas, la gente decide no comprar dólares porque si lo hacen puede venir un proceso de hiperinflación y al final no va a cobrar nadie y la situación se desordena absolutamente".
Las manifestaciones gubernamentales fueron recibidas con el ceño fruncido por los operadores del mercado. "Esos comentarios cayeron mal. Las cotizaciones se fijan por la oferta y la demanda y no por una orden. Sólo agregó más presión a un mercado bastante ilíquido", advirtió ayer a primera hora de la tarde un cambista.
Cuando el dólar tocó 2,22 pesos, el Central vendió dólares por medio del Siopel, el mercado mayorista electrónico para bancos contra la liquidación de pesos en el día. Según los operadores, esas transacciones se realizaron a valores de 2 y 2,05 pesos, generando más liquidez y repercutiendo en la cotización. Finalmente, la divisa finalizó en el tramo mayorista a razón de 2,15/2,18 por unidad.
De todos modos, los comentarios escuchados en la plaza sostenían que sólo hubo compras aisladas por parte de los importadores y que los exportadores, vendedores de divisas por excelencia, no se presentaron en el mercado a la espera de la evolución futura del dólar.
Para los cambistas casi el 70 por ciento de los que concurrieron a las agencias buscaron comprar divisas, en operaciones que difícilmente superaron los 1.000 dólares, mientras que la media fluctuó entre las 200 y 400 unidades.
La Ciudad
