Un bebé de probeta estadounidense ha pasado a la historia, luego de que se diera a conocer que fue seleccionado por expertos en genética por una cualidad única: produce células que pueden salvar a su hermana enferma. Adam nació en agosto de 2000, pero sólo ahora se informó a la prensa internacional de su existencia, que ha generado una intensa controversia. Los padres, Lisa y Jack Nash, tenían ya una niña, Molly, que padece de una enfermedad conocida como anemia Fanconi, una deficiencia genética que impide la producción normal de células en la médula. La pareja recurrió a la fertilización in vitro para tener su segundo hijo y se aseguró de que el niño pudiera ser un donante para su hermana mayor. Expertos en genética examinaron cada uno de los embriones, descartando varios hasta seleccionar al que fuera totalmente compatible con los tejidos de Molly. "Queríamos un niño sano; además de ello puede, sin sufrir, salvar la vida de su hermana" dijo Lisa Nash. La técnica utilizada para seleccionar a Adam es conocida como diagnosis genética de preimplantación o PGD por sus siglas en inglés. El método permite estudiar las características de embriones producidos por fertilización in vitro, antes de que éstos sean implantados en el útero. Los óvulos fertilizados de la pareja Nash fueron estudiados y varios de ellos fueron eliminados por ser portadores de anemia Fanconi o por no ser totalmente compatibles con las células de Molly. Algunas células del cordón umbilical de Adam se usaron para tratar de curar a su hermana y según los médicos del Centro Médico Fairview de la Universidad de Minneapolis, donde tuvo lugar el procedimiento, la niña tiene entre un 85 y un 90 por ciento de oportunidad de recuperación. La utilización de técnicas genéticas para seleccionar a Adam ha dado lugar a un intenso debate. Según sus críticos, el caso deja en evidencia las posibilidades "monstruosas" que plantea el avance de la tecnología. "Comprendo el sufrimiento de los padres por su niña enferma, pero nos preocupa que el segundo niño puede verse más como una mercancía útil, que como una persona", dijo hace un año Vivienne Nathanson, directora del Departamento de ética de la Asociación Médica Británica. Según Kevin Male, portavoz de la organización pro-vida Life: "Adam fue el embrión número 15, lo que significa que se mató a 14 seres humanos antes de escogerlo".
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