Un pionero en la investigación sobre infertilidad y miembro de la Cámara de los Lores del Parlamento británico, lord Winston, manifestó ayer "muchas reservas" sobre el procedimiento que permitió el nacimiento de una beba con su patrón genético preestablecido para hacerlo compatible con el de su hermano, enfermo de leucemia. Winston se sumó a las numerosas voces de la comunidad científica británica, que rechazan las alteraciones genéticas en humanos por considerarlas "peligrosas y antiéticas". El científico, una de las eminencias del hospital de Hammersmith, reclamó -en declaraciones a la cadena radial y televisiva BBC- que cualquier procedimiento de esta naturaleza "debe estar a cargo de la autoridad de fertilización humana y embriología del Reino Unido (HFEA)", el cuerpo que regula y monitorea las actividades de reproducción médica. (Ansa)
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