Caracas. - Los venezolanos amanecieron más pobres ayer y enfrentando alzas de precios en buena parte de los bienes básicos, tras una fuerte devaluación que amenaza con disparar la inflación. Un panorama que a muchos recuerda a la debacle de Argentina, que también debió devaluar y dejar flotar su moneda frente al dólar y enfrenta la incertidumbre inflacionaria. El presidente Hugo Chávez, un acérrimo crítico del "neoliberalismo salvaje", lanzó el martes una serie de medidas de ajuste, aplaudidas por el Fondo Monetario Internacional, para afrontar una crisis derivada del descenso de los precios del petróleo, del que Venezuela es el cuarto exportador del mundo. La popularidad de Chávez, que ya venía cayendo, sufrirá ahora un mayor deterioro. La sustitución del sistema cambiario de bandas, vigente por casi seis años, por uno de libre flotación a partir del miércoles, acumuló una devaluación de la moneda local del 25 por ciento en la mañana del miércoles, cuando el bolívar se negociaba a unos 1.050 por dólar. En su segundo día de cotización libre, el bolívar continuó ayer depreciándose, pero a un ritmo más pausado y a media sesión registraba un retroceso de 1,9% respecto de la divisa estadounidense. A esa hora tenía un valor de 1071 bolívares para la venta y 1.070 para la compra.
En un país que recibe del exterior casi todo lo que consume e importó por unos 17.000 millones de dólares en el 2001, el efecto de la devaluación sobre los precios es casi inmediato, así como sobre las proyecciones de inflación, que posiblemente superen con mucho la meta gubernamental de 10 por ciento para este año.
Para el presidente de la mayor organización empresarial (Fedecámaras), Pedro Carmona, la devaluación obligará a alzas inmediatas de precios. El empresario advirtió: "Que no se diga que los ajustes de precios obedecen a operaciones especulativas".
El derrumbe del bolívar y los temores de que siga cayendo en picada hicieron que muchos comerciantes pararan las ventas y que otros remarcaran precios. De nuevo, el fenómeno remite de inmediato a lo visto en Argentina. "No estamos vendiendo carros (autos) porque aún no sabemos a qué precios debemos hacerlo. Estamos paralizados, esperando una lista de precios nuevos, pero seguramente vengan muy aumentados por lo del dólar", dijo el vendedor de vehículos franceses.
En las casas de cambio y bancos se repetían las filas de personas que querían adquirir dólares. Un panorama que parecía calcado del que se observa en Argentina desde el fin de la convertibilidad y la libre flotación del peso frente al dólar.
Se cree que Chávez pagará con su ya declinante popularidad el costo político y social de las medidas. Según los sondeos, la popularidad del presidente rondaba el 35 por ciento antes de las medidas de ajuste, desde más de un 80 por ciento cuando llegó al poder hace tres años. El analista Luis Vicente León, de la prestigiosa firma Datanálisis, cree que los venezolanos "culparán a Chávez" de la devaluación y del ascenso de los precios, lo que socavará su respaldo sobre todo en las clases socioeconómicas más bajas, que hasta ahora han sido su principal apoyo electoral.
| |
La Ciudad
