Damián Nabot
El debate sobre la promoción industrial y regional, que el primer presupuesto suspendía y que ahora el gobierno aceptó mantener, ocultó un conflicto aún más laberíntico, que tiene a los gobernadores y la Nación en una negociación pantanosa: la millonaria deuda externa de las provincias. Cuando en tiempos de Domingo Cavallo los gobernadores aceptaron reducir el 13% de sus recursos coparticipables, la moneda de cambio fue una disminución de la tasa de interés de su deuda en el denominado tramo uno del canje. La devaluación modificó como la fuerza de un terremoto el escenario de aquel acuerdo. Cuando los representantes de las provincias advirtieron que el proyecto de presupuesto eludía una salida concreta, los gobernadores alertaron a sus legisladores y el conflicto quedó abierto. Como ejemplo vale advertir que los legisladores peronistas de Santa Fe tienen la orden de rechazar la aprobación del presupuesto hasta tanto se consiga una solución. El enfrentamiento atraviesa los partidos mayoritarios sin distingo de oposición y oficialismo. Por caso, el jefe del bloque de diputados de la UCR, Horacio Pernasetti, aseguró ayer que era necesario incluir en el proyecto una solución para los problemas de la coparticipación si se quería conseguir "viabilidad parlamentaria y cierto realismo" al momento de sancionarlo. En ese sentido, las provincias rechazan la pesificación a 1,40 de las deudas provinciales, ya que las consideran impagables si además se suma el coeficiente de estabilización de referencia (CER) y una tasa de interés incierta."En el interior no va a haber cacerolazos, va a haber machetazos", advirtió una autoridad de Diputados, para graficar los problemas financieros del interior. El endeudamiento provincial negociado en el tramo uno del canje suma 16 mil millones de dólares. En la discusión se enriedan otras aristas: las quejas por el lugar que ocupa la coparticipación en las prioridades del presupuesto (artículo 64) y la falta de liquidez de los bonos por 630 millones que la Nación planea devolver a las provincias del total adeudado, entre otros. Las negociaciones están en marcha, con la oficina de secretario de Financiación, Lisandro Barry como epicentro y con un ojo puesto en el viaje del ministro Jorge Remes Lenicov por los Estados Unidos. La salida del laberinto todavía brilla por su ausencia.
| |