Efemérides rosarinas

Miguel A. De Marco (h)

De 1812: Belgrano en Rosario
El coronel Manuel Belgrano ingresó al caserío de la capilla del Rosario junto a su tropa, agobiada por el intenso calor, con la finalidad de construir en ese punto baterías de artillería para detener el paso de las naves realistas. A una legua de distancia mandó a formar la tropa y sacar las banderas para entrar con la mayor dignidad y demostrar a los vecinos el mayor de los respetos, tal como lo había hecho días atrás en la antigua Villa del Luján. El prócer era en sí un comunicador. Hasta los más mínimos detalles adquirían para él un valor comunicante. Según Carlos Gianonne, el lugar donde tuvo lugar esa concentración fue en las proximidades de la posta del Rosario, donde hoy se encuentra la Escuela de Cadetes de la Policía de Santa Fe, en un área cercana a las actuales calles Virasoro y Alem. El coronel ingeniero Angel Monasterio salió a su encuentro junto al alcalde y vecinos que se pusieron a su disposición. Con el redoble de los tambores ingresó hasta la actual plaza 25 de Mayo, por el viejo camino real (calle Buenos Aires). En aquel terreno raso y sin reparos que atenuaran el calor del sol estival, mandó a formar nuevamente la tropa. Como el pueblo no tenía casas ni galpones para hospedar a la gente, se acampó cerca del río, bajo los pocos árboles existentes. No hay documento que pruebe fehacientemente donde se alojó Belgrano. Apenas levantado el campamento, un fuerte pampero derribó las tiendas de campaña y algunas cayeron al río Paraná.

De 1859: Urquiza, el mediador
La ciudad organizó una entusiasta recepción al general Justo José de Urquiza, artífice de su engrandecimiento, después de haber mediado para evitar la ruptura de relaciones entre los gobiernos de Paraguay y los Estados Unidos. Llegó en el vapor de guerra "Tacuarí" pero no desembarcó, por lo que fue visitado allí por las autoridades y destacados vecinos.

De 1921: toma del Palacio Municipal
Un grupo de estudiantes de medicina y obreros se apoderaron del Palacio Municipal de Buenos Aires y Santa Fe, sin encontrar ningún tipo de resistencia, porque dicho edificio no contaba con más guardia que un sereno. Cambiaron la bandera Argentina por un forro rojo de un capote y declararon destituido al intendente hasta que la Federación Obrera Local Comunista designara otro. Una hora y media duró esta situación, que culminó con la llegada de tropas del Regimiento 11 de Infantería y el arresto de los jóvenes.

El prócer llegó a la aldea para enclavar las defensas.