Año CXXXV
 Nº 49.383
Rosario,
jueves  07 de
febrero de 2002
Min 17º
Máx 25º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
El peligro de la guerra

No sólo la crítica situación de la Argentina es hoy un problema para el mundo globalizado. Desde los devastadores atentados terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre pasado, el mundo ha entrado lentamente en un clima belicista que podría derivar en acciones más violentas.
La campaña antiterrorista que inició Estados Unidos en Afganistán, desde donde desplazó a los fanáticos talibanes del poder, parece que no concluirá ahí y amenaza con extenderse a otras regiones muy conflictivas del planeta.
El ojo de la tormenta está puesto nuevamente en el Golfo Pérsico, donde el régimen de Saddam Hussein desafía nuevamente con no permitir que los enviados de las Naciones Unidas verifiquen si se cumplen con las resoluciones internacionales sobre armamento no convencional. Para Saddam, los expertos internacionales son espías quienes, en realidad, no hacen otra cosa que buscar información para trasladarla a la CIA.
Sin embargo, y a la luz de los acontecimientos de la última década, dejar librado a la conducta del régimen iraquí la posibilidad de desarrollar armas de última generación es muy peligroso. Durante la guerra del Golfo fueron disparados desde suelo iraquí varias decenas de misiles Scud contra ciudades israelíes, principal aliado de los Estados Unidos en la región. Los cohetes no tenían gran capacidad destructiva y tampoco contenían gases químicos, por lo que sus efectos fueron escasos. Pero, ¿qué sucedería si Irak tuviera armas de destrucción masiva y las utilizaría para atacar a países de la zona? Es sabido que Israel posee capacidad nuclear y seguramente no dudaría con emplearla si ve que su seguridad está seriamente comprometida.
Por otra parte, el vecino régimen iraní también ha entrado en los últimos días en una suerte de intercambio de amenazas con Israel que calienta la de por sí elevada temperatura de ese rincón del planeta. Irán anticipó que daría una respuesta "inimaginable" si Israel destruye un reactor nuclear que -aseguran- es utilizado con fines pacíficos y no militares.
Irán e Irak, enemigos en el pasado, parecen permanecer unidos ahora contra la avanzada norteamericana de terminar con la amenaza terrorista en el todo el mundo al considerarse injustamente señalados de fomentar y cobijar la acción de grupos armados de distinta índole. Pese a la declaración de inocencia, la cruzada norteamericana parece encaminarse ahora hacia el Golfo, desde donde podría comenzar otra escalada bélica.


Diario La Capital todos los derechos reservados