Los testigos de Máxima Zorreguieta en la ceremonia civil fueron la reina Beatriz de Holanda; su tía y madrina, Marcela Cerruti, y su hermano Martín Zorreguieta. La joven argentina le pidió expresamente a la soberana que fuese su testigo para manifestarle de este modo su agradecimiento por el apoyo que siempre le ha dado. La soberana la acompañó a elegir el vestido de Valentino y le prestó la deslumbrante tiara de estrellas que la argentina lució ayer y con la que también se casó, hace 35 años, la reina. Dieron también su testimonio Marcela Cerruti, madrina de Máxima y hermana de su madre, quien trabaja en un laboratorio de inmunogenética en Buenos Aires y está soltera; y Martín, su hermano, que es dueño de una empresa de organización de eventos, vive en la Patagonia y está casado con Mariana Andrés. Por parte del príncipe Guillermo, fueron testigos en la ceremonia civil su hermano menor, Constantino; un amigo, Marcter Haar, compañero del club de estudiantes y de patinaje del heredero al trono, y un amigo de la familia, Frank Houben. En la boda religiosa, en cambio, actuaron como testigos por parte de Máxima sus dos amigas del alma, Samantha Deane y Florencia di Cocco, con quienes estudió en Northlands School. Igualmente por parte del príncipe, dieron su testimonio dos de sus más antiguos amigos, ambos desde el jardín de infancia: Tijo baron Collot d'Escury, y Jonkeer Frans de Beaufort. Las cuatro damas de honor fueron Valeria Delger, Inés Zorreguieta, Juliana Guillermo y Theresa von der Recke.
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