Casi en simultáneo con la advertencia del gobernador Carlos Reutemann respecto de que el Estado provincial podría declarar el default, el ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, se quejó de que las negociaciones que lleva adelante para reprogramar la deuda provincial choca con la intransigencia de los acreedores.
El ministro, que tiene previsto reunirse en las próximas horas con la representante del Banco Mundial en Argentina, Myrna Alexander, advirtió que el crédito aprobado por ese organismo para Santa Fe podría seguir suspendido aún cuando el gobierno nacional logre un acuerdo con el FMI. La razón, dijo, es la demora en la aprobación legislativa de la ley de administración financiera y la dificultad para vender la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Ambos objetivos forman parte de las metas que debe cumplir el gobierno provincial para recibir la asistencia financiera.
Mercier reiteró que la ley de presupuesto 2002 aprobada en diciembre último en la Legislatura santafesina puede ser modificada para introducir un severo ajuste. Esto es producto de los incumplimientos del gobierno nacional y la fuerte caída de la recaudación provincial, que en enero registraría una baja superior al 25% respecto del mismo mes del año pasado.
El gobierno postergó ayer el plazo para acogerse a la moratoria provincial de impuestos hasta el 28 de febrero, en un intento por mejorar la recaudación. Tanto Reutemann como Mercier se quejaron de que nadie quiere pagar tributos por la "ruptura del contrato social" que existe respecto de la clase política.El ministro de Hacienda está por estas horas atacando otro frente de conflicto. La reprogramación de la deuda de corto plazo de 400 millones de dólares que tiene la provincia. En su momento, el gobierno santafesino no había participado del canje de deuda provincial dispuesto por el ex ministro Domingo Cavallo, debido a que su situación de endeudamiento era bastante más holgada que el resto de las provincias y que, como contrapartida de no entrar en ese canje, logró un acuerdo particular con la Nación en materia de coparticipación.
En concreto, aislando el tema de la deuda, Reutemann logró en el último acuerdo federal una cláusula para que se compensara con documentos el recorte del 13% en recursos coparticipables que sufrieron el resto de las provincias. Con el estallido económico, estos acuerdos tambalearon.
Así, llegó el momento de apretar el acelerador en la reprogramación de la deuda provincial. Pero la renegociación es dura y en ese sentido se entiende que el gobernador saliera el miércoles a suscribir los pedidos de cesación de pagos a nivel de las provincias que efectuaron el cordobés de la Sota y el bonaerense Felipe Solá, que además transformó en hechos ese pedido.
En declaraciones radiales, Mercier movió el avispero preguntándose "si no habrá que pensar en una renovación total de los gobernantes", como consecuencia de lo que personalmente considera que es "el quiebre del contrato social entre gobernantes y gobernados".A su entender, una consecuencia directa de ello es la evidente falta de voluntad de pago de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes
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La Ciudad
