"Ya tenemos en funcionamiento el nuevo equipo de aterrizaje", anunció ayer el director del Aeropuerto Internacional Rosario, Esteban Borgonovo. El sistema de alta tecnología, que costó un millón de dólares, no solamente llega para optimizar el sistema de seguridad de la terminal aérea rosarina, sino que además va a permitir a los aviones operar aun con malas condiciones climáticas. Durante noventa días, el equipo funcionará "a prueba" hasta que quede totalmente calibrado. El viejo equipo que tenía el aeropuerto local fue reemplazado por el ILS (Sistema Instrumental de Aterrizaje), que es de origen noruego y fue adquirido mediante fondos provinciales y nacionales. Esta nueva joyita garantiza la precisión en los aterrizajes, ya que los pilotos sabrán si están apuntando correctamente hacia el centro de la pista y si se encuentran a una altura óptima del suelo. Además, con la adquisición de este nuevo equipamiento el aeropuerto local ascenderá una categoría en el ranking de seguridad que califica a las terminales aéreas.
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