A pesar de la crisis, las obras del Aeropuerto Internacional Rosario siguen adelante. El director de la estación aérea, Esteban Borgonovo, aseguró que "casi el 50 por ciento de los trabajos ya están terminados", aunque admitió que la situación del país afectó al proyecto: "Hay incertidumbre con muchos productos importados y esto retrasa el ritmo de trabajo". Lo cierto es que la renovación total de la fachada y del hall central, la instalación de un Free Shop y de un centro comercial con más de 20 locales, y la construcción de una nueva área administrativa le dará a Rosario un aeropuerto del nivel de otras terminales del mundo, según prometió Borgonovo.
El problema de los productos importados a partir de la devaluación también aterrizó en el aeropuerto local. "En el mercado se están revisando los precios de los insumos importados, como la refrigeración, las escaleras mecánicas y el equipamiento para los ascensores. Entonces, las empresas negocian las tarifas y eso genera demoras", explicó Borgonovo.
Así, el plazo de final de obra que las empresas constructoras Pellegrinet y Pecam tenían estipulado en la licitación para mayo próximo, seguramente tendrá que extenderse.
Los trabajos comenzaron en junio del año pasado y la estructura de lo que será en el futuro el hall de entrada está totalmente terminada, con la cuarta parte de los paneles de vidrios de la fachada colocados. Y más aún, el ala sur del edificio ya se convirtió en el área administrativa del aeropuerto con más de 60 oficinas.
Pero Borgonovo aclaró que "están en marcha muchas obras que no se ven, como el sistema eléctrico, la instalación de cañerías y gran parte de la infraestructura".
Bar y peluquería
Claro que todavía queda mucho por hacer: desde el nuevo Free Shop y el renovado hall central hasta un corredor comercial con más de 20 locales. Allí, no sólo se instalarán los rubros tradicionales de cualquier aeropuerto, como bares, librerías, quioscos de diarios y revistas, y regalerías; sino que también habrá alternativas "innovadoras" como una peluquería.
"Todavía no podemos lanzar la oferta a los comerciantes porque estamos esperando que la economía del país les de un poco más de seguridad", advirtió el director de la terminal aérea.
Además, el aeropuerto de Rosario ya tiene instalado un Free Shop, que funciona tanto para los arribos como para las salidas, pero desaparecerá en un tiempo. "Cuando todo esté terminado el local actual va a desaparecer y como en cualquier aeropuerto del mundo se construirá un Free Shop para los pasajeros que llegan y otro para los que se van", explicó el funcionario.
Pero lo que más trabajo llevará es el nuevo hall central. "En ese espacio hay que empezar de cero porque hay que desmantelar todo para instalar a nuevo los mostradores y las oficinas. El segundo piso es lo único que queda intacto", detalló Borgonovo.
La Ciudad
