El operativo ordenado por la jueza María Servini de Cubría comenzó anteanoche cuando un e-mail llegó a una de las computadoras de la Oficina Anticorrupción del Ministerio de Justicia advirtiendo que podría encontrarse documentación de interés en los departamentos "A" y "B" del sexto piso de un edificio ubicado en Rivadavia 969, en la Capital Federal. El dato llegó a la jueza, quien ordenó a agentes de la división Delitos Complejos de la Policía Federal revisar el lugar.
Pero grande fue la sorpresa cuando vieron que esos departamentos se comunicaban por medio de un ascensor privado con el sótano donde se situaba una gran bóveda, de unos 16 metros cuadrados.
Los 25 policías tuvieron que pedir ayuda a los bomberos y durante cuatro horas se trabajó con martillos neumáticos para abrir la bóveda, que tenía paredes de 40 centímetros de espesor, hecha con cemento y hierro, como si se tratara del tesoro de un banco.
Hasta las cinco de la mañana los policías estuvieron retirando docenas de cajas con la documentación secuestrada, que ahora es analizada por los peritos.
La propia jueza aseguró ante los periodistas: "Encontramos los últimos balances de empresas de los hermanos Rohm (dueños del BGN), formularios en blanco del Banco Comercial del Uruguay, y papeles de más de 20 empresas panameñas...eso fue lo que pudimos observar a primera vista".
Y añadió: "Muchas de esas empresas panameñas estarían conectadas a determinadas personas y a la investigación de la causa BCCI", o sea las pesquisas que permitieron la detención de Rohm, donde se investigan las inversiones en el país que habría hecho el magnate saudita Gaith Pharaon.
"Todo lo que tengo ahora es del Banco General de Negocios, la Compañía General de Negocios y la Compañía General de Mandatos" de los hermanos Rohm, dijo, a la vez que advirtió: "Estamos investigando también a los otros bancos".
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La Ciudad
