El chico baleado por error salvó una vida en Rosario

Sus padres donaron los órganos. Ayer un paciente en diálisis recibió un riñón del joven en el Hospital Italiano

El riñón de un joven que el sábado pasado murió de un balazo luego de ser confundido con otra persona en la capital provincial fue trasplantado ayer en Rosario con éxito a un hombre de 58 años. La cirugía fue realizada en el Hospital Italiano y el paciente se recuperaba favorablemente, a tal punto que los profesionales que lo asistieron estimaban que no más de una semana podría obtener el alta.
El donante era un joven de 18 años que el jueves pasado fue baleado en un confuso episodio en el barrio Villa Hipódromo, una de las zonas consideradas más peligrosas en el noroeste de la ciudad de Santa Fe. Se llamaba Aníbal Roberto Biekler y este año pensaba terminar la carrera de técnico en computación.
La noche de la tragedia se encontraba paseando por el barrio junto a su novia cuando se le acercó un joven que, sin mediar palabra, le pegó un culatazo en la cabeza y luego le disparó con un revólver calibre 32 por la espalda. Aparentemente, el agresor habría confundido a Biekler con otra persona, con quien mantenía una disputa.
Su estado de salud se mantuvo crítico hasta que el sábado al mediodía falleció en el Hospital José María Cullen. Con todo el dolor por la pérdida de su hijo, los padres de Aníbal autorizaron la ablación de sus órganos y ayer al mediodía un equipo de profesionales trasplantó uno de sus riñones a un hombre de 58 años que padecía una poliquistosis renal, una enfermedad congénita que produce múltiples quistes en el riñón y altera su funcionamiento, y que suele presentarse en pacientes de más de 40 años.
Se trata de Héctor Tamborini, un casildense que desde hace cinco años viajaba tres veces por semana a Rosario para dializarse en el Hospital Italiano, el centro de salud donde ayer se le practicó el trasplante.
"La cirugía fue exitosa y el paciente está evolucionando muy bien, se encuentra lúcido, compensado y orinando perfectamente", informó Rolando Feuli, uno de los médicos que integró el equipo de trasplante. El profesional estimó que, de no mediar inconvenientes, "en siete días el paciente se iría de alta". De la operación participaron diez profesionales, entre los que se destacaron cuatro cirujanos, y la conexión del riñón al organismo de Tamborini insumió 45 minutos.