Año CXXXV
 Nº 49.373
Rosario,
lunes  28 de
enero de 2002
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El senador radical dijo que la gente reformó de hecho la Constitución nacional
Terragno advirtió que Argentina está en una "revolución social"
El legislador descartó un golpe de Estado y dijo que no hay un "desenlace previsible" de la crisis

El senador radical Rodolfo Terragno advirtió ayer que la Argentina está en medio de una "revolución social" y, si bien descartó que la crisis pueda desembocar en un golpe de Estado, reconoció que por el momento "no hay un desenlace previsible", como podría ser el llamado a elecciones generales anticipadas.
Además, el ex jefe de Gabinete del gobierno de Fernando de la Rúa cuestionó la forma "amateur" en que se salió de la convertibilidad y opinó que eso necesariamente complicó la primera parte de la gestión del presidente Eduardo Duhalde.
Terragno confesó también que teme que la manera en que se manejó el problema cambiario termine provocando una "expectativa de dolarización en la propia gente", por lo que insistió en que se avance sobre una canasta de monedas, aunque admitió que la propuesta no surtiría el mismo efecto que a principios de mes, cuando la analizó con el jefe del Estado.
Consultado sobre cuál debería ser, a su juicio, la reacción del gobierno frente al último cacerolazo, el legislador puntualizó: "No es una tormenta de verano sino una revolución social. Y creo que si esto no se entiende, los hechos que pueden venir van a ser más graves y van a deteriorar más el tejido social".

Poder popular
"La gente está reformando de hecho la Constitución. Estableció un derecho que la Carta Magna no otorga: el de revocatoria, es decir, el de hacer que un gobernante que no satisface las expectativas generales se tenga que ir antes de que termine su período", agregó Terragno.
El senador puntualizó que "toda revolución comienza de la misma manera: la gente reacciona ante lo que cree un orden injusto y, al principio, es tumultuosa, inorgánica y no tiene a menudo ni siquiera liderazgo".
Fue entonces cuando enfatizó que "si el objetivo es volver a una democracia bipartidaria, de estilo clásico, es tarde", porque "se haga lo que se haga no se puede evitar el cambio".
"Lo que hay que ver no es si se puede reestablecer la vieja política sino nuevas formas de representación diferentes a las tradicionales", precisó Terragno.
Interrogado sobre la posibilidad de que la crisis que afecta al país termine en un golpe de Estado, como se analiza en algunos ámbitos políticos, no sólo en la Argentina sino también en el exterior, subrayó: "Estamos ante un fenómeno nuevo. No creo que la perspectiva sea una reedición del pasado. Cuando uno ve las encuestas advierte que la gente tiene una desconfianza casi universal en los partidos políticos, los sindicatos y las Fuerzas Armadas".
"Es un momento de anomia, de anarquía. La gente no sabe lo que quiere, pero tiene muy claro que no desea más de lo mismo. Ni un régimen bipartidario ni un golpe militar", agregó Terragno.
Al respecto, vaticinó que "este período va a durar largo tiempo", aunque aseguró que emergerán "nuevos liderazgos sociales, formas de representación, algo así como el partido de la cacerola, con reglas completamente diferentes a las que rigieron la política en el pasado". De todos modos, advirtió: "En este momento creo que no hay un desenlace previsible".
El ex funcionario delarruista también echó por tierra la posibilidad de llamar a elecciones en forma anticipada. "Pese a que hay algunos que las piden, cuando se consulta a la gente se advierte que la mayoría no iría a votar si mañana hubiera comicios", explicó.
En esa línea, resaltó que "de aquellos que sí irían (a sufragar), la mayoría colocaría un voto bronca en las urnas y los positivos estarían atomizados, de modo que las elecciones anticipadas no crearían una nueva legitimidad".
"Ahora, cuando la gente esté alineada detrás de una figura que represente sus expectativas, y si ese día se diera antes del 2003, el adelantamiento de las elecciones sería inevitable", reconoció.
A la hora de hablar de la actual política económica, Terragno no dudó en afirmar que "a Duhalde le hicieron dar de entrada dos pasos en falso".
"El primero fue prometer que los depósitos se iban a devolver en la moneda en que se habían hecho. Creo que él no sabía que no podía cumplirlo, sino que fue inducido a ese error", aseveró el senador, quien consideró que "el segundo paso en falso fue haber adoptado un sistema cambiario que depende de un decreto del Ejecutivo, algo que le da al valor futuro del peso una gran incertidumbre".
"Esta decisión es la causa de que los cacerolazos hayan continuado. El equipo económico, incluyendo algunos economistas radicales, razonó al revés. Lo correcto era levantar el corralito ya y adoptar un sistema cambiario que no cree incertidumbre sobre el valor futuro del peso", ejemplificó.
Luego, Terragno hizo hincapié en que el haber salido "de una forma tan amateur" de la convertibilidad "complicó necesariamente" la primera parte de la gestión Duhalde.



Para Terragno, la salida de la convertibilidad fue amateur.
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