Año CXXXV
 Nº 49.373
Rosario,
lunes  28 de
enero de 2002
Min 21º
Máx 30º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
Ratificación auspiciosa

En el complejo y durísimo marco de la Argentina presente, donde la incertidumbre es la principal moneda de cambio y el porvenir debe leerse, casi, día a día, la expresa ratificación realizada a La Capital por las autoridades de Puerto de Tarragona de que seguirán adelante con sus planes de inversión en la terminal rosarina se convierte en una noticia excelente, que merece ser rescatada de la debacle general.
Se ha aludido ya en infinidad de oportunidades, desde esta columna editorial, a la crucial importancia que para la ciudad reviste el fluido funcionamiento de su histórico puerto. Elemento central en la economía de la región, y núcleo fundante de la identidad de los habitantes de Rosario, su prolongada parálisis se transformó, en los últimos años, en uno de los datos centrales al momento de describir la crisis que aqueja a la zona. De allí que cuando pasó a las manos del citado grupo empresario de origen catalán las caras largas de muchos se convirtieron, primero, en sonrisas de alivio, y posteriormente adoptaron una expresión expectante, vinculada -lógicamente- con el optimismo. Pero lo ocurrido en el país durante estos meses introdujo una pausa de inquietante suspenso en el desarrollo de los hechos: es que todo se tornó más incierto que nunca, y los constantes remezones políticos y económicos no contribuían en lo más mínimo a generar un campo propicio para la concreción de inversiones como la del puerto, de magnitud obvia.
Sin embargo, afortunadamente tales asuntos no han hecho al parecer mella en la voluntad de la flamante concesionaria de despertar al gigante dormido. En diálogo con este diario, reafirmaron que explotarán los muelles locales a lo largo de los próximos treinta años y que, en los siguientes doce meses, inyectarán seis millones de dólares para ponerlo otra vez en marcha.
En tal sentido, uno de sus representantes destacó un ribete que puede ser calificado como paradojal dentro de la recesión generalizada. "Ante la caída del mercado interno, la principal beneficiada será la exportación y, por ende, el tráfico por Rosario, con lo cual el puerto no se verá perjudicado por la difícil situación general", sostuvo. El único aspecto que potencialmente preocupa a los españoles es la falta de una tarifa en dólares para concretar las mencionadas exportaciones.
Pero, si bien resulta crucial, se trata de un ítem que el devenir de las jornadas terminará definiendo. El hecho clave es que la ciudad parece haberse asegurado una inversión que sin dudas posee una importancia decisiva para mejorar su pálido presente, a fin de canjearlo por un exitoso futuro.


Diario La Capital todos los derechos reservados