Año CXXXV
 Nº 49.373
Rosario,
lunes  28 de
enero de 2002
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La facultad está construyendo un edificio contiguo a las actuales instalaciones
Asoma la nueva casa de Odontología
El mes próximo estarán el estacionamiento y locales comerciales. En cinco años habrá otros tres pisos

Sergio Roulier / La Capital

Se está construyendo un nuevo edificio para la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). A contramano de la realidad universitaria y del presupuesto, una nueva estructura de cemento empieza a crecer al lado del tradicional inmueble de calle Santa Fe. Para febrero se prevé terminar la primera parte, que consiste en un estacionamiento para vehículos y dos locales comerciales. Estos fueron concesionados a un privado que se encargará de hacer 600 metros de loza en tres etapas cada cinco años, donde se asentarán tres pisos para las áreas clínicas y aulas multipropósito.
La idea es que en 15 años la facultad duplique los servicios que presta a la población y cuente con un edificio inteligente para el desarrollo de los posgrados y mayores comodidades para la comunidad.
Se trata de una iniciativa del actual decano, Héctor Darío Masía, que cuenta con el aval del Rectorado y la Secretaría de Políticas Edilicias de la UNR.
La inversión inicial fue la compra del terreno al ferrocarril, en 1996. El estacionamiento y los locales comerciales fueron levantados por el concesionario, que tendrá a cargo la explotación durante 15 años. Sobre una loza ya terminada por el privado, este año la facultad deberá empezar a colocar los primeros ladrillos.
Frente a una realidad de recortes y ajustes en el presupuesto, el rector deberá rebuscárselas para conseguir los recursos destinados a la obra. Se estudia hacer una campaña de socios fundadores con aportes de la comunidad odontológica, gestionar donaciones y subsidios, y apelar al público, como lo que se hizo para sostener la cámara de evisceraciones en Medicina.
Las incomodidades que plantea el actual edificio fue uno de los motivos para pensar en ampliarlo. Se trata de un inmueble de 9 pisos, con sólo dos ascensores, donde funcionan aulas, salas de clínicas y la atención a la comunidad.
Por allí transitan 2.600 alumnos, 600 docentes (con los no rentados incluidos) y 150 no docentes, más los 70 mil pacientes que se atienden al año en la facultad. El servicio comunitario que presta la casa de estudios -considerada como hospital-escuela- registró el año pasado un aumento en la demanda de un 15 por ciento como mínimo (ver aparte).

Las etapas de la obra
La obra se levanta sobre el terreno por donde hace muchos años pasaba el ferrocarril Mitre. Luego estuvo abandonado y se convirtió en una cancha de fútbol para los estudiantes de la zona. Cuando pasó a depender de la facultad se abrió para estacionamiento. Y hoy le dejó el lugar a un arco de cemento y estructuras metálicas.
Lo primero que estará listo será el estacionamiento con capacidad para 95 automóviles, y con entrada por Santa Fe y salida por San Lorenzo. Tendrá una tarifa especial para alumnos y docentes. "La estadía costará como venir en colectivo", dijo Masía. Y después estarán los dos locales comerciales cuyos rubros se relacionarán con la odontología.
La primera parte del techo del estacionamiento ya está terminada. Sobre esa loza de 600 metros, la facultad deberá construir en 5 años el primer bloque. La idea es levantar en sucesivas etapas otros dos volúmenes de tres pisos, que se sumarán a la actual superficie de la casa de estudios.
Según el rector, esta nueva estructura se destinará a las clínicas, quirófanos y áreas de atención, y contabilizará unos 300 sillones odontológicos al finalizar las tres etapas, que se sumarán a los 290 con los que ya se cuenta. Tendrá todos los servicios, como luz, agua, gas y aire comprimido. Para el tercer piso, el proyecto prevé una sala de usos múltiples.
A diferencia del actual edificio, la futura construcción persigue un criterio de horizontalidad como se utiliza en los que están vinculados a la salud.
Masía sostuvo que por más que la nueva estructura no se pueda levantar debido a la falta de recursos, "lo importante es que va a quedar la base". A los que creen que es un proyecto faraónico o irreal para estos tiempos, les respondió que "la responsabilidad de la gestión es seguir adelante con los emprendimientos necesarios para el desarrollo de la institución, que van más allá de la urgencia y la contención diaria".
Odontología parece un mundo aparte, con obreros y pintores trabajando. Un atisbo de esperanza en un marco universitario de incertidumbre y ajustes permanentes y consecutivos.



El presupuesto universitario no garantiza la obra.
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