Año CXXXV
 Nº 49.369
Rosario,
jueves  24 de
enero de 2002
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El FBI estudia papel picado de Enron

Washington. - La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) estadounidense investiga las inculpaciones de destrucción de documentos, cometidas al menos hasta mediados de enero, en la contabilidad del consorcio energético estadounidense en bancarrota Enron.
Los investigadores del FBI que examinan las oficinas de la central de Enron en Houston (Texas) han confiscado ya entre otras cosas un contenedor lleno de papel picado. El presidente George W. Bush, cuyo gobierno se halla en la mira por sus estrechas relaciones con Enron, afirmó que su propia familia ha sido víctima de la millonaria bancarrota de diciembre. Su suegra Jenna Welch perdió más de 8.000 dólares en acciones ahora sin valor, según declaró Bush.
Tres altos ex-empleados de la empresa han declarado que a la trituradora habrían ido a parar documentos de la contabilidad de Enron relativos a dudosas asociaciones con empresas que habrían permitido ocultar la verdadera situación del consorcio. Según una ex alta empleada, la destrucción de documentos habría empezado antes de que comenzara una inspección, y duraba aún cuando ella fue despedida. Un abogado de Enron declaró que el consorcio pidió expresamente en octubre a sus empleados guardar todos los documentos.
En cuestión se halla también la gran empresa de auditoría Arthur Andersen, por no haber dado oportunamente la alarma. Empleados de Andersen habrían participado en la destrucción de documentos. Uno de los personajes clave de Andersen en la quiebra de Enron rechazó testificar en el Congreso, donde había sido convocado para hoy. David Duncan, un dirigente de Andersen despedido de la auditora por haber destruido documentos relativos a Enron, había recibido una convocatoria del Congreso para testificar hoy ante la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes. Empero, un abogado de Duncan informó al Congreso que su cliente apeló a su derecho constitucional de no declarar para evitar una autoincriminación. Duncan hizo saber que testificará sobre el caso sólo si el Congreso le concede inmunidad.
Duncan admitió hace algunas semanas haber destruido numerosos documentos relativos a sus controles de la contabilidad de la empresa que protagonizó en diciembre pasado la quiebra más resonante en la historia de Estados Unidos.
Según el grupo civil Ciudadanos por la Justicia Tributaria, Enron no pagó impuesto a la renta en cuatro de cinco años hasta 2000. Con la bancarrota, muchos de sus 20.000 empleados, que habían invertido sus fondos de pensiones en Enron, perdieron su jubilación, mientras los altos ejecutivos del consorcio pusieron sus acciones oportunamente a buen recaudo. (Reuters y DPA)


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